Un kilómetro de 'vips' para despedir al embajador francés, Bruno Delaye
Solo faltaban los Amigos de Ginés entonándole, entre tapices de gobelinos de Isabel de Valois y butacas estilo Luis XVI, sus sevillanas más conocidas y universales.
Solo faltaban los Amigos de Ginés entonándole, entre tapices de gobelinos de Isabel de Valois y butacas estilo Luis XVI, sus sevillanas más conocidas y universales. En efecto, algo se muere en la residencia del embajador francés en España. Se marcha Bruno Delaye, monsieur l´ambassadeur para nobles y plebeyos. El diplomático de cabello níveo más juerguista y el francés más español que ha otorgado sus credenciales al Rey. Hace cinco años de aquello. Ahora, designios de la política, se marcha a una vida mejor. Brasil le espera con los brazos abiertos, pero la élite española ‘llora’ su marcha. Decenas de vips hicieron cola este martes por la noche para despedirse de Bruno, amante de los toros y fumador empedernido. Eran muchísimos, casi un kilómetro de ellos para ser exactos. Delaye ha dejado huella.
Solo faltaban los Amigos de Ginés entonándole, entre tapices de gobelinos de Isabel de Valois y butacas estilo Luis XVI, sus sevillanas más conocidas y universales. En efecto, algo se muere en la residencia del embajador francés en España. Se marcha Bruno Delaye, monsieur l´ambassadeur para nobles y plebeyos. El diplomático de cabello níveo más juerguista y el francés más español que ha otorgado sus credenciales al Rey. Hace cinco años de aquello. Ahora, designios de la política, se marcha a una vida mejor. Brasil le espera con los brazos abiertos, pero la élite española ‘llora’ su marcha. Decenas de vips hicieron cola este martes por la noche para despedirse de Bruno, amante de los toros y fumador empedernido. Eran muchísimos, casi un kilómetro de ellos para ser exactos. Delaye ha dejado huella.