Lydia Bosch y su exmarido Alberto Martín acercan posiciones en su proceso de divorcio

El enfrentamiento legal que han mantenido Lydia Bosch y su exmarido, Alberto Martín, desde que iniciaron el proceso de divorcio en el año 2009 continúa sin solucionarse, con el consecuente coste económico y sobre todo personal que conlleva este largo proceso.

La expareja se ha cruzado en los juzgados en varias ocasiones, pero solo se han visto cara a cara en una cita privada que tuvo lugar en casa de un familiar del arquitecto y que se produjo a instancias de la actriz. Un encuentro que no sirvió para nada, porque las peticiones de Lydia seguían siendo innegociables, según narran fuentes del entorno del exmatrimonio a Vanitatis.

Sin embargo, Alberto Martín no está dispuesto a que esta truculenta historia se alargue en el tiempo. Y parece que Lydia tampoco. La actriz, que cumplió cuarenta y nueve años la semana pasada, quiere también dar carpetazo a una separación que, en los términos que se planteó, ha provocado daños colaterales para los hijos y familiares.

El cambio en la actitud de la actriz se ha visto al modificar ésta su defensa y contratar a otro abogado, lo que ha supuesto un antes y un después en el proceso. Podría ser que a principios de 2013 quedaran resueltos algunos de los contenciosos más complicados que en sentencia judicial siempre dieron la razón al arquitecto.

Un punto de encuentro

Durante los últimos meses hubo encuentros entre los letrados de ambas partes para cerrar algunos temas relacionados con cuestiones domésticas, como era solventar la venta de la casa familiar, que ninguno ha utilizado desde que por fallo legal cada uno de ellos debía hacerlo alternativamente cada seis meses. Hasta el 31 de diciembre de 2012 tendría que haber sido Lydia la que ocupara la vivienda y a continuación su ex.

Pero en este aspecto tampoco hubo acuerdo, porque la actriz dejó la casa vacía en abril de 2012 cuando se mudó a otra vivienda. El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Pozuelo de Alarcón falló en favor de su exmarido, Alberto Martín, y obligó así a la intérprete a que, en el plazo de quince días, hiciera entrega de los elementos del ajuar familiar.

Una resolución que no cumplió y que sigue coleando con el consiguiente perjuicio para el padre de sus hijos. Si hasta hace un año las posturas eran irreconciliables, el hecho de que Lydia quiera solucionar sus errores es un paso importante. Sobre todo porque ambos han buscado un punto de acuerdo en la elección de los abogados e intermediarios para que estos pongan punto final al contencioso.