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El miedo de Camilo José Cela a Marina Castaño
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El miedo de Camilo José Cela a Marina Castaño

Con Marina Castaño entró también el silencio en la casa de Camilo José Cela. Un silencio que ha querido romper Gaspar Sánchez Salas, secretario personal de

Foto: El miedo de Camilo José Cela a Marina Castaño
El miedo de Camilo José Cela a Marina Castaño

Con Marina Castaño entró también el silencio en la casa de Camilo José Cela. Un silencio que ha querido romper Gaspar Sánchez Salas, secretario personal de Cela durante seis años y testigo del miedo que tenía el escritor a su mujer, 42 años menor que él. Vanity Fair publica una entrevista al secretario, que asegura que el escritor ocultaba algunos de sus mejores planes a su mujer.

Castaño controlaba la dieta de Cela. "Marina creía que nos íbamos de paseo. En realidad nos hartábamos de cervezas y pinchos de tortilla", cuenta el secretario. “Cela preparaba piscolabis. Aquella travesura a espaldas de Marina compartida conmigo me resultaba algo gracioso. Yo tuve que deshacerme de las pruebas”, explica. “No se te ocurra decirle a Marina que no hago el kilómetro”, relata el secretario que le decía el propio Cela.

Al parecer, era Marina Castaño la que llevaba los pantalones en la casa del Premio Nobel. “Las fotocopias en aquel hogar se hacían a partir de las cinco de la tarde cuando, según Marina, la electricidad era más barata”. “Había que intentar lograr que el encargado de cambiar el tóner de la tinta aceptara un libro dedicado por el maestro, en lugar de las siete mil pesetas que, recuerdo perfectamente, costaba el recambio”.

Este jueves se cumplen exactamente 11 años de la muerte del escritor y su vida, de puertas para adentro, sigue dando que hablar. “Fui testigo de los silencios de aquella casa”, dice Sánchez Salas. “Jamás se hablaba de la exmujer de Cela, y pocas veces de su hijo, a quien intentó desheredar. Ambos estaban muy distanciados cuando yo empecé a trabajar con el autor”.

Camilo José Cela y su secretario trabajaban en un Diccionario. Esos momentos de confianza hicieron que ambos se conociesen perfectamente y se convirtiesen en confidentes. “Que Marina no se entere”,era la frase que más se escuchaba en aquella casa.

Con Marina Castaño entró también el silencio en la casa de Camilo José Cela. Un silencio que ha querido romper Gaspar Sánchez Salas, secretario personal de Cela durante seis años y testigo del miedo que tenía el escritor a su mujer, 42 años menor que él. Vanity Fair publica una entrevista al secretario, que asegura que el escritor ocultaba algunos de sus mejores planes a su mujer.