Pachá dice adiós a Madrid después de 30 años: ahora se llamará Barceló
El teatro Barceló, que dejó de ser teatro y sala de cine hace más de tres décadas para convertirse en la discoteca Pachá, vuelve a sus
El teatro Barceló, que dejó de ser teatro y sala de cine hace más de tres décadas para convertirse en la discoteca Pachá, vuelve a sus orígenes y retoma el nombre de Barceló, la plaza madrileña donde está ubicado. El cambio de denominación es la culminación al desencuentro económico entre el actual titular del espacio, Pedro Trapote, y Ricardo Urgell, anterior propietario y titular de la marca Pacha, que sigue manteniendo las salas de Sitges e Ibiza.
Durante años este contrato se renovaba automáticamente y lo único que había que revisar eran algunos flecos relacionados con la publicidad y el merchandising y no con el contenido del acuerdo firmado en 1996, cuando Trapote adquirió el local. No había problemas y el titular y el dueño de la franquicia llegaban siempre a un acuerdo que ahora se ha roto y sin vuelta atrás.
Desde hace unos meses los abogados de ambos gestionaban un nuevo acuerdo, pero las demandas de Urgell resultaban excesivas, como han explicado a Vanitatis fuentes de la negociación. Llegó un momento en que las conversaciones se estancaban en un punto muerto: Urgell no se movía de sus posiciones y Trapote no estaba dispuesto a pactar unas cantidades que, según él, no eran reales. Hace unas semanas el dueño dio órdenes a sus representantes legales de no continuar con las negociaciones. El resultado: a partir de ahora Pachá desaparece para reconvertirse en Barceló.
Si Urgell reformó la sala en el lugar de moda de la llamada beautiful people donde Enrique Sarasola cantaba boleros en el Cielo, el reservado del segundo piso, Trapote lo relanzó transformando la sala en el punto de encuentro de los cachorros del poder. El Príncipe, que era fijo los fines de semana, llegó a decir que “en Pachá están las tías más buenas de Madrid”.
La idea de Trapote es continuar en la misma línea comercial y mantener la sala como una de las más reputadas y divertidas de Madrid, y aprovechar el nuevo tirón que la reforma de la plaza, con un nuevo mercado al estilo del de San Miguel o San Antón, va a dar a la zona.
El teatro Barceló, que dejó de ser teatro y sala de cine hace más de tres décadas para convertirse en la discoteca Pachá, vuelve a sus orígenes y retoma el nombre de Barceló, la plaza madrileña donde está ubicado. El cambio de denominación es la culminación al desencuentro económico entre el actual titular del espacio, Pedro Trapote, y Ricardo Urgell, anterior propietario y titular de la marca Pacha, que sigue manteniendo las salas de Sitges e Ibiza.