María Pineda: "La mejor quimio es el cariño"

‘Namaste’, un saludo hindú que hace las veces de saludo y despedida, es la palabra mas clara y precisa que María Pineda ha aprendido a pronunciar a diario. Hace tiempo que no aparecía en público pero este viernes, en su homenaje la modelo estaba ahí, como en los últimos años, luchando por vencer al cáncer de pulmón que puede amenazar su vida, pero no sus ilusiones por seguir adelante. Lo volvió a demostrar este viernes en la cena que se le dedicó en el recién estrenado Café del Mar de Marbella.

Ella, siempre tan racial y discreta, no tenía suficientes palabras de agradecimiento para todos. Sin perder su sentido del humor bromeaba mientras se echaba colorete en el baño. “Salud de bote, pero también da el pego”, decía.  Un grupo de amigos capitaneados por la empresaria de joyería Raquel Gómez Molina le ofrecieron una cena homenaje para ayudarla a sufragar los gastos de su enfermedad dada la precariedad actual de su economía. “Llego atiborrada de antibióticos, he estado ingresada veintiún días, con un catarro terrible y eso, unido a la quimio que me dieron hace un par de días, me tiene baldada, pero hay que continuar y estar aquí hoy con esta gente tan generosa que quiere ayudarme es un autentico honor. Siempre lo digo: la mejor quimio es el cariño”.

Tratamiento en Carlos Haya

La exmodelo María Pineda saluda desde hace tiempo a su enfermedad, un cáncer de pulmón que le fue diagnosticado en 2009, con entereza. “Sabes que tienes que convivir con esto a diario y la mejor manera es tener conciencia que esta ahí y hay que estar atenta a todas las señales que te da para que no te pille desprevenida cuando decide atacar”.

María vive ahora en Málaga. Su tratamiento lo recibe en el Hospital Carlos Haya, según ella “el mejor hospital que he encontrado. Tengo un equipo médico que, de no ser por él, a veces hubiera tirado ya la toalla”. Cada mañana cuando se levanta, abre su persiana y se encuentra de frente con la catedral de Málaga “Vivir es estar cada día aquí y saber que este día es tuyo y te pertenece”, explica a Vanitatis. Convertida en un ejemplo de valentía, María no ha dejado de luchar ni un solo día por salir adelante y ahora, en este nuevo capítulo de su enfermedad, la exmodelo afronta con la mayor fuerza y energía los malos tragos de los efectos colaterales del mal del cáncer.

Uno de sus mayores apoyos siempre ha sido la familia, y su pareja, Emilio González. “Ahora Emilio se viene a vivir conmigo a Málaga. Así estamos más juntitos. Hasta ahora ha estado yendo y viniendo a Granada pero a partir de este mes, estará ‘full time’ conmigo”. Nadie quiso perderse la noche con María. Ni su amor, Emilio, ni sus amores de antes como Domi del Postigo, que presentó el acto junto a Princesa Sánchez. En el recinto del Café del Mar no cabía ni un alfiler. No faltó de nada: ni desfiles, ni subastas, ni premios. El organizador del evento destacó que se habían vendido 120 cubiertos. “Con la subasta y regalos de los patrocinadores hemos conseguido una cantidad significativa para poder ayudar un poquito a María”, dijo.

También estuvo cerca de ella el doctor Raymond Hilu, el médico libanés que dirige la clínica que lleva su nombre, y el encargado de mejorar la salud de la modelo durante varios años con el método de la hipertermia. En los peores momentos de su enfermedad, María acudió al doctor Hilu. Ahora, también quiso estar con ella, ya que con el paso del tiempo se han convertido en grandes amigos. “En el largo camino de esta enfermedad se aprende mucho y una de las cosas que he tenido que aprender al dedillo es a confiar”. Y con esa letanía tan particular de la vida, confiando en los oncólogos, que desde el principio de su enfermedad no han dejado de concienciarla y ayudarla, María lleva cuatro años dándole vida a la vida.