El tenso reencuentro de Cayetano Martínez de Irujo y Alessandro Lecquio tras 14 años

Después de 14 años sin verse las caras y casi tres lustros después de la publicación de unas fotos en la revista Interviú que hicieron temblar los cimientos de la casa de Alba, los dos ex novios más famosos de la modelo Mar Flores, Cayetano Martínez de Irujo y Alesandro Lecquio, se han encontrado frente a frente. El pasado martes, Paloma Segrelles Jr. celebraba en su domicilio madrileño la llegada del verano. Una fiesta que se ha convertido en todo un clásico por estas fechas, a la que suelen acudir numerosos rostros conocidos y en la que por primera vez han coincidido dos hombres cuyas posturas a día de hoy parecen seguir siendo irreconciliables.

Según ha podido confirmar Vanitatis, de fuentes presenciales, nada más entrar en la fiesta Cayetano y Alesandro se cruzaron las miradas. Ni un saludo, ni un gesto. El Conde de Salvatierra, ante una situación que para él continúa siendo incómoda, optó por subir a la segunda planta del edificio y evitar la tensión. Sin embargo, esta medida no debió ser suficiente y fue de los primeros en abandonar la casa de Segrelles. Una postura muy diferente a la de su hermano Fernando, quien ante una situación un tanto molesta no dudó en acercarse a Lequio, romper el hielo y charlar distendidamente con él, según pudieron comprobar algunos de los invitados a la fiesta. Tal vez de esta manera Fernando intentase enterrar para siempre una polémica que a estas alturas ya tiene poco sentido. 

Las rencillas entre Martínez de Irujo y Lecquio comenzaron en febrero de 1999, cuando la revista Interviú publicó unas fotos tomadas dos años antes en un hotel de Roma, en las que se contemplaba en la cama a Mar Flores con Alessandro. Un vericueto amoroso que situaba a la modelo en una difícil situación. Las instantáneas fueron tomadas en Italia mientras Mar mantenía un noviazgo con el empresario Fernando Fernández Tapias, lo que la dejaba en muy mal lugar. Sin embargo, en el momento en que la portada vio la luz, meses de pues de que se tomaran las fotos, la modelo mantenía una relación sentimental con el conde de Salvatierra, algo que la duquesa de Alba nunca le pudo perdonar.

Una portada que provocó una ruptura

Un día después de salir la revista, Flores era ingresada en el servicio de urgencias del hospital de La Paz, tras emitir un comunicado en el que aseguraba que existía un claro propósito de perjudicarla, señalando claramente a Lecquio. Este por su parte salía al paso afirmando que nada tenía que ver con la publicación de las fotografías, cuya desaparición había denunciado tiempo atrás. Sin embargo, Cayetano nunca se fió de las intenciones del italiano, mientras las presiones de su madre iban en aumento. Lo que provocó la ruptura definitiva del jinete y la modelo.

Dos meses después entraba en escena Ana García Obregón, quien para defender al padre de su hijo anunciaba públicamente en un programa de televisión de máxima audiencia que Cayetano Martínez de Irujo había intentando meter ciertas sustancias en la maleta de Lecquio, cuando este se disponía a tomar un vuelo, con el fin de que le detuviesen en el aeropuerto. La demanda no se hizo esperar y el Conde de Salvatierra solicitó cinco años de prisión para la actriz.

Diez años después el tema continuó coleando. Ana Obregón, ante el miedo a perder en los tribunales, pidió perdón públicamente a Cayetano en una rueda de prensa en la que se congregaron numerosos medios de comunicación. La duquesa de Alba por su parte publicaba el libro Yo, Cayetana en la que afirmaba: “Mar Flores es lo peor que nos ha pasado. Uno de los episodios más desagradables que han sucedido en esta casa”. Un episodio que tal vez Cayetano todavía ni ha perdonado ni ha olvidado y por el que todavía hoy, catorce años después, sigue negando el saludo, al otro conde en la vida de Mar Flores.