Miriam Ungría: "Sueño con pasear otra vez con Kardam de la mano"

Lleva años diseñando joyas para otras firmas y ahora saca su propia línea MdeU (Miriam de Ungría) con tienda propia en El Corte Inglés. Es gemóloga, experta en arte, bróker y tasadora de piedras preciosas. Hace casi seis años su vida cambió radicalmente a raíz del accidente de tráfico que sufrió junto a su marido, Kardam de Bulgaria, en la localidad madrileña de El Molar, cuando regresaban de su finca segoviana de Riaza. Las secuelas en Kardam son irreversibles y desde aquel 15 de agosto de 2008 permanece sin movilidad y sin capacidad para comunicarse. Los primeros años los dedicó en exclusividad total a cuidar de su marido, pero una vez que Miriam fue consciente de la realidad tuvo que reorganizar su vida familiar no sólo en torno a las necesidades vitales de su pareja, sino también a las de sus hijos y la suya propia. Es una mujer fuerte, animosa, que ha conseguido crear un ambiente de felicidad y normalidad en su casa. Sus dos hijos adolescentes son su mayor apoyo.

Pregunta: Es su primera aparición después de tantos años retirada de la vida pública y laboral…

Respuesta: Siempre hay una primera vez. Ahora ha sido el momento de sacar una línea propia y, por lo tanto, era obligada mi presencia. De todas formas yo nunca me he escondido y he seguido haciendo mi vida. Es una nueva etapa y creo que esta colección –Corazones y Rosas– va a funcionar muy bien porque están diseñadas con mucha ilusión.

P: ¿Cómo se encuentra?

R: Bien. Feliz con mi vida, con mis hijos, con mi familia, mis amigos...

P: Desde fuera puede llegar a sorprender esta respuesta. Muchos en su caso estarían decaídos…

R: Creo que en el fondo soy una persona afortunada. Tengo muchas cosas que celebrar cada día, entre ellas que Kardam está en casa y aunque nuestra vida cotidiana es diferente, somos una familia normal.

P: Va a hacer seis años desde el accidente, ¿cómo lo llevan sus hijos?

R: Tienen 15 y 16 años. Son dos chicos estupendos y me dicen que en el futuro quieren trabajar conmigo. Al mayor le encanta el arte y la informática. Al pequeño le entusiasma la química, que en cierto modo también está relacionada con la gemología. Los dos han seguido muy de cerca esta colección. Espero tener dos asesores estupendos.

P: Entiendo que por las circunstancias en las que se encuentra Kardam, usted tiene que ejercer de madre y padre…

R: Como otras muchas mujeres. No soy ninguna madre coraje, sino una persona que afronta la vida como viene y que tengo la suerte de tener una serie de recursos que otras no tienen. Miro al futuro porque el pasado ya está escrito y por lo tanto no se puede cambiar. De todas formas le diré que mis hijos son muy fáciles. Nunca he tenido problemas con ellos más allá de los normales en una relación entre madre e hijos, porque lo que sí tengo claro, y ellos también, es que no soy su amiga. Tengo mucha suerte con ellos. Me cuidan mucho y son un gran apoyo.

P: ¿Cómo es la relación con su padre?

R: Muy buena, muy natural.

P: ¿Nunca ha perdido la esperanza?

R: No, siempre hay un futuro con esperanza.

P: La suya es una situación muy dura, ¿de dónde saca esa fuerza?

R: No soy una excepción. Todos tenemos momentos buenos y malos. Creo que en mi caso hay un componente genético, unos nacen más fuertes que otros y yo me considero una persona positiva. Y la fuerza hay que trabajarla y le aseguro que yo lo hago.Además soy muy creyente y eso me ayuda.

P: ¿Cuál sería su sueño?

R: Pasear otra vez con Kardam de la mano.

P: Los recortes en investigación están haciendo que enfermedades como las de su marido sigan sin tener solución…

R: Hay prioridades y la sanidad es una de ellas.

P: Es usted bróker. ¿En que piedras preciosas aconseja invertir?

R: El diamante es una inversión segura.

P: ¿Sus joyas tienen precios principescos?

R: No, en absoluto. Hay piezas muy bonitas de esta colecciona a precios muy buenos.

P: ¿Cuál es su joya preferida?

R: Mi anillo de pedida, que diseñé yo y lo llevo siempre.