Isak Andic, tras el relevo presidencial: "Ahora soy el padre de Jonathan"

A diferencia de otros empresarios que sí participan en actos sociales, el fundador de Mango, Isak Andic, es todo lo contrario. No le gusta y es raro verlo en reuniones públicas frívolas (salvo las de su marca), aunque tampoco de carácter cultural. Nunca ha formado parte de la llamada 'beautiful people' (ricos y famosos que viven aparentemente sin problemas) y salvo su presencia en los desfiles de temporada de la firma familiar, su vida tiene poca visibilidad. Y menos desde que delegó en su hijo Jonathan, actual presidente adjunto de la multinacional textil que cerró el ejercicio 2014 con una facturación de 2.017 millones de euros.

Andic tampoco suele acudir a recoger premios y distinciones porque prefiere que le representen. “Es su política de empresa y su manera de actuar. No quiere ser protagonista más allá de los éxitos empresariales que considera son también de toda la familia Mango”, explican a Vanitatis. Por eso fue una sorpresa que acudiera a la residencia del embajador turco en Madrid, Ömer Önhon, donde se le distinguió con uno de los premios de la Cámara de Comercio e Industria Hispano-Turca, que le entregó el ministro José Manuel Soria.

No fue un encuentro multitudinario. Todo lo contrario, fue bastante discreto. Una vez finalizada la ceremonia y su reconocimiento al mérito profesional, hubo un cóctel y el empresario explicó que estaba “muy orgulloso” de la distinción. Nació en Estambul, donde los Andic tienen sus raíces, y, como explicaba esa noche, “aún queda allí familia, aunque no directa”. De Estambul salió el joven Isak a los 14 años rumbo a Barcelona, donde montó el imperio Mango junto a sus hermanos.

Aunque desde el 2013 delegó en su hijo Jonathan, él continúa al frente del imperio: “Hay mucho que hacer y yo estoy ahora en varias de las divisiones de la empresa. Sigo trabajando porque me gusta lo que hago”. Al preguntarle si no echaba de menos presidir los desfiles de moda de cada temporada, como hacía hasta hace dos años, con unas impresionantes puestas en escena y la presencia de las fuerzas vivas de Barcelona, respondió con humor que “no, está Jonathan, que lo hace muy bien. Además es mucho más guapo y más sociable”. Añadió con sentido del humor: “Hasta hace poco Jonathan era el hijo de Isak, ahora resulta que me dicen que soy el padre de Jonathan. Así es la vida, aunque estoy encantado de que así sea”.

Pasión por el mar

Lo que no quiso confirmar es si volvería a tomarse un año sabático como hizo en una ocasión y se dedicó a recorrer el mundo navegando en su velero, el Nirvana Formentera. Un periplo que inició en Ibiza el 22 de noviembre de 2008 con parte de su familia y seis tripulantes más el capitán. En realidad, el empresario interrumpió en varias ocasiones el viaje marítimo por motivos profesionales. Su procedimiento consistía en volver a Barcelona, resolver el asunto y de nuevo retomar su aventura en ese velero que por ahora no tiene recambio. Andic frenó el año pasado su proyecto inicial para sustituirlo. El nuevo velero se iba a llamar Nirvana II e iba ser el más grande del mundo.

Además de Isak Andic, recibieron premio de la Cámara de Comercio e Industria Hispano-Turca la empresa Mapfre, que opera en Turquía desde 1987, y las líneas aéreas Turkish Airlines, que operan en España hace 31 años.

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