La reaparición de una 'princesa' desaparecida llamada Rosario Nadal

Hubo en tiempo en que no había semana en que Rosario Nadal no formara parte de las páginas del papel cuché. Su estilismo la convirtió en una de las mujeres más elegantes de España y su matrimonio con el príncipe Kyril de Bulgariaen un reclamo perfecto para la prensa. Sin embargo, un día desapareció. Su separación del hijo del rey Simeón II en 2009 significó también su ruptura con los medios de comunicación y las páginas que antes había protagonizado dieron paso a Saras Carbonero, Tamaras Falcóy Kikos Riveratan famosos como ella, pero, por supuesto, con mucho menos glamour. Desde entonces, Rosario Nadal, que se hace llamar, a pesar de la separación, Rosario Sajonia Coburgo, vive en Londres instalada en el anonimato y sin ninguna aspiración mediática. No quiere 'flashes' y los únicos objetivos que ahora laapuntan son los de aquellos amigos adictos a las redes sociales, como Naty Abascal, con quien acaba de reaparecer en una foto publicada por ella en Instagram.

En la imagen posan la exduquesa de Feria y Rosario Nadal junto a Valentino en el castillo del siglo XVII que posee el diseñador a las afueras de París. “Con nuestro emperador”, dice Abascal, quien comparte con su amiga mallorquina su pasión por el modisto italiano.

Y es que la princesa de Preslav solo reaparece para arropar a Valentino o en funerales, como el de Kardam de Bulgaria, la última vez que se la vio en España. Entonces a Rosario se la vio algo apartada de la que había sido su familia política y las especulaciones sobre una tensa relación con ellos no se hicieron esperar. Al margen de aquella cita obligada con los Sajonia Coburgo, ni rastro deNadal en otro tipo de saraos. Actualmente ella está centrada en su labor como marchante de arte y ha logrado mantener su vida al margen del personaje en el que se convirtió tras su enlace con el príncipe búlgaro. “Todas las generaciones necesitan personajes nuevos. Por aquel entonces yo reunía todos los ingredientes y se creó uno: Rosario Nadal. Como no lofomenté el interés desapareció de manera natural”, confesaba recientemente la princesa en una entrevista.

Como ella, sus hijos también han permanecido alejados de la fama que alcanzaron sus padres. Su hija mayor, Mafalda, lucha por hacerse un hueco en el mundo de la música, pero quiere hacerlo al margen de sus nobles apellidos. Sin embargo, no por ello evita hacer referencia a sus orígenes y, de hecho, hace apenas unos días compartió con sus seguidores un tierno vídeo en el que baila con su padre cuando apenas tenía cuatro años. El vídeo, emulando a los personajes de 'El libro de la selva',no tiene desperdicio.

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