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La boda de Pepa estilo 'Bridgerton' y sus dos vestidos de novia: de romántica a princesa
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La boda de Pepa estilo 'Bridgerton' y sus dos vestidos de novia: de romántica a princesa

Nos adentramos en el enlace civil de Pepa y Álvaro en Murcia. Una celebración con temática inspirada en la exitosa serie de Netflix y dos looks nupciales repletos de detalles

Foto: La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)
La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Mucho antes de conocer a Álvaro, e incluso mucho antes de comprometerse, Pepa ya sabía cómo quería que fuese su boda y hasta había imaginado su vestido de novia. "Desde niña, siempre soñé con llevar corona y aunque no fue acompañando mi primer vestido, terminé portándola con el segundo", confiesa la novia. Celebrada en Murcia en dos actos, primero la ceremonia civil y después el banquete y la fiesta, la suya fue una boda que ni en sus mejores fantasías había idealizado.

Novios desde la universidad -"nos conocimos en segundo de carrera, en el año 2012"-, ni el pasar de los años, ni el hecho de tomar caminos diferentes en la medicina minaron su historia de amor. "Los primeros años éramos como uña y carne, después nos fuimos separando un poquito al coger distintas especialidades, tener horarios diferentes... pero siempre manteniendo como hobby favorito común el estar juntos", relata Pepa.

placeholder La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)
La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Años más tarde, Pepa y Álvaro tenían planeado viajar a Nueva York, pero la pandemia se lo impidió. Un viaje que el cirujano había planeado con la firme intención de pedir su mano. "Es cierto que, en 2020, había comprado dos billetes de avión para ir a Nueva York en junio, así de sorpresa, pero por el covid no pudimos ir. Así que, al igual que otras parejas, tuvimos que esperar otro momento".

Desde ese momento hasta el día de la petición oficial, Pepa vivió con el nerviosismo y la expectación de cualquier novia ante la tan esperada pregunta. En 2021, con las fronteras internacionales comenzando a abrirse y vuelta a la normalidad, pusieron rumbo a Canadá para conocer las Montañas Rocosas: "Tenía muchas ganas de ir desde que mi tutor de la rotación de ginecología, me dijo que era el lugar más bonito del mundo. Y qué razón llevaba".

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Los días transcurrían en Canadá, pero Álvaro no se lanzaba. Tal era la desesperación de la doctora por vivir esa pedida soñada que, uno de los últimos días, tras una excursión por la montaña, le preguntó directamente, "¡Oye! ¿Es que no me lo vas a pedir o qué?". Mientras el novio relataba unas cuantas excusas sobre por qué no se lo iba a pedir, Pepa se quitó la idea de la mente y prefirió disfrutar del resto de la travesía; en el fondo sabía que, tarde o temprano, ese momento especial llegaría.

Al día siguiente y esta vez sí, por sorpresa, Álvaro le pidió que posara para hacerle una fotografía subidos a una montaña y, al girarse, Pepa se encontró con su novio de rodillas y el anillo de pedida en la mano. "Fue mágico, inesperado, inolvidable, emocionante... Después caí en todo lo que había pasado y ya en el coche lloré", recuerda la médico.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Lo cierto es que la historia de su boda comenzó en 2019, el año que Pepa visitó a Mafe, wedding planner y fundadora de Eterna Prometida. "Allí que me planté, sin anillo, sin fecha de boda y sin el novio. Le dije que me quería casar, que no sabía cuándo, pero que si tenía que empezar a hacer algo. Ella me dijo que no me adelantase y que volviera cuando tuviera fecha".

Álvaro y Pepa fijaron su gran día para el 25 de febrero de 2023. "Quería una boda inolvidable pero entrañable, estilo 'Bridgerton', con todos los detalles cuidados. Que fuera en invierno, que hiciera frío, como una tarde nublada en plena campiña inglesa, pero con un té calentito, como una carta de amor", con estas palabras explica la novia su ideal de boda perfecta.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

El lugar elegido por la pareja para la ceremonia civil y los festejos fue El Casón de la Vega, un complejo hostelero situado en plena naturaleza y rodeado de montañas, a unos 13 minutos del centro de Murcia. "Mafe y su equipo captaron al instante nuestra idea. Queríamos transformar el salón en un espacio nuevo y lo consiguieron".

El día del enlace, Pepa se vistió en casa de sus padres. Para el maquillaje, se puso en manos de Ester Carpes, y para el peinado, de Annie Vidal, peluquera y dueña de Cobre Salón. Al tiempo, su primer vestido de novia entró en escena.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Diseñado (al igual que el segundo) por Helena Mareque, cuando la doctora aterrizó en el taller de Madrid de la creadora lo hizo con un concepto claro: "Mi vestido es lo primero que había imaginación. Es cierto que sufrió muchos cambios a lo largo de su creación, ya que me dejé guiar ciegamente por el criterio profesional de Helena. Eso sí, la falda era el elemento principal que no iba a cambiar de ninguna manera. Quería un modelo enorme, como una princesa, con mucha cola y fabricada en un tejido brocado".

Con esas premisas, la diseñadora le pidió a Pepa que caminase hasta la puerta de salida para hacerse una idea de cuántos metros de cola quería llevar el día de su boda. "Me tuvo que decir que parase", rememora entre risas.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Para la parte superior del traje, costó más. "Al principio iba a ser de manga larga, pasó por escote, cuello alto, sin manga, tirantes, mismo tejido, diferente... Al final, Helena Mareque me dijo: 'Te voy a hacer un corsé'. Nunca pensé en llevar palabra de honor, admito que no me gusta en exceso, pero, por otro lado, cada vez que iba al taller, me encaprichaba de algo nuevo".

De un tejido de encaje que pululaba por el taller, surgió la idea de la chaqueta tipo bomber que cubría los hombros de Pepa. "Poco a poco, las piezas fueron encajando, siempre con la base de una falda enorme de princesa", añade.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Con el primer vestido de novia armado, era el momento de adentrarse en el terreno de los accesorios. "Helena me recomendó ir a Ana Lamata, que me diseñó el tocado que llevé. Quería una diadema inspirada en el ballet de 'El lago de los cisnes', ya que he sido bailarina desde pequeña". Para el calzado, Pepa no lo dudó y sumó los icónicos salones joya en azul Klein de Manolo Blahnik, el modelo Hangisi que Carrie Bradshaw popularizó en la serie 'Sexo en Nueva York'.

Las joyas, unos pendientes de zafiros ("inspirados en Lady Di") y el anillo, eran de Suárez.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Terminamos este repaso por el look nupcial de Pepa con el ramo. "Estaba compuesto por rosas inglesas de variedad David Austin con el tallo largo y, atándolas, un lazo de terciopelo azul oscuro. No quería más. Llevaba tantos detalles que no podía meter mucho más", explica la novia.

La doctora ya estaba lista para salir al encuentro con su prometido. Como manda la tradición, llegó a las inmediaciones de El Casón de la Vega en un coche Rolls-Royce de color negro acompañada de mi padre.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Pepa pidió a las wedding planners que transformasen el espacio. "Lo hicieron realidad. Había mucha luz, un espacio nuevo, justo como imaginé. Había flores, rosa empolvado, azul bebé, champán, música ambiente, discursos conmovedores, risas y llantos... Todo lo que pedimos lo vimos allí el día de nuestra boda. De la mano de Ledilux, que aportó el efecto 'wow' con la carpa de luces, y El Jardín del Cabo, que puso el toque más romántico que jamás pude soñar".

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

La música jugó un papel determinante durante toda la boda y cada canción de la banda sonora de Pepa y Álvaro fue elegida momento a momento y persona a persona. "Álvaro entró en la ceremonia al son de Coldplay, y mi padre y yo con 'She' de Elvis Costello. También se escuchó la banda sonora de 'Intocable', que fue la primera película que vimos juntos. Para los discursos, 'Gladiator', 'Shallow', 'Pearl Harbor', 'Love of my life', 'Always remember us this way', y 'Love is just a word'. Para los votos, 'How long will I love you', cantada por Marina. En la entrega de los anillos, 'Moon River' y 'Love is a choice' de 'Los Bridgerton', y 'Somewhere over the rainbow' para salir. Después entramos al cóctel mientras Belter Soul cantaba 'Hold my girl', al salón con 'Save and sound' y abrimos el baile con 'The joker and the Queen'".

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

Bajo ese techo brillante colmado por miles de bombillas minúsculas, el montaje de mesas con el blanco como color protagonista de la estampa -sillas, mantelería, flores, candelabros y menaje- aguardaba a los recién casados y sus invitados para dar comienzo al banquete.

Tras el convite, Pepa cambió de atuendo. Del primer vestido de novia con falda romántica a un traje joya de princesa. Creado por Helena Mareque, la diseñadora le aportó una nueva perspectiva para ese look: "Cuando llegó el momento, pedí un diseño sexy, corto, con plumas, pero Mareque y mi familia me dijeron que ese estilo estaba muy visto y había que hacer algo diferente". Las dudas se apoderaron de la novia hasta que su prima le sugirió probarse un vestido que estaba en el taller.

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

"En la pared, desde el primer día que fuimos al taller, colgaba un vestido precioso, azul bebé, repleto de capas de tul, con un tejido de encaje blanco en la parte final de la falda y decorado en el pecho con un lazo tipo joya en la zona alta del pecho. Nada sexy, desde luego, era 100% romántico, tanto que podría ser perfectamente el primer vestido. Me lo probé y ya está, elegido el segundo vestido", cuenta Pepa.

Radicalmente opuesto al traje que desfilaba por su cabeza, la novia admite que "le di muchas vueltas los siguientes días, para nada había imaginado ese vestido de segundo look, yo quería uno sensual. Pero cada vez que iba y me lo probaba me quedaba embobada, y todas las dudas se acabaron yendo".

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La boda de Pepa y Álvaro. (Silvia Sánchez)

En ese cambio de estilismo, llegaron también unos nuevos zapatos y un nuevo complemento en el pelo. "Unos botines de Jimmy Choo llenos de brillantes, que le daban el toque cañero al vestido de Helena Mareque. Inspirada en una tiara de Diana de Gales, Marucca me diseñó una corona con brillantes y zafiros. Quizá fue demasiado, pero no quería quedarme con la espinita de no haber llevado una corona en mi boda como siempre soñé".

Mucho antes de conocer a Álvaro, e incluso mucho antes de comprometerse, Pepa ya sabía cómo quería que fuese su boda y hasta había imaginado su vestido de novia. "Desde niña, siempre soñé con llevar corona y aunque no fue acompañando mi primer vestido, terminé portándola con el segundo", confiesa la novia. Celebrada en Murcia en dos actos, primero la ceremonia civil y después el banquete y la fiesta, la suya fue una boda que ni en sus mejores fantasías había idealizado.

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