¿Es frecuente tener autoestima en el trabajo y no en la pareja? 3 expertos nos responden

Una buena autoestima puede marcar una gran diferencia en nuestras vidas. Sentirnos seguros de nosotros mismos, confiados en nuestras habilidades y nuestra valía es esencial para poder sentirnos realizados, sin embargo, hay ocasiones en las que esto no resulta tan sencillo. También hay personas para quienes esto es casi imposible.

Esta percepción que tenemos de nosotros mismos influye en nuestro desarrollo personal y bienestar emocional; se construye desde la infancia y la adolescencia, pero puede cambiar a lo largo del tiempo, trabajarse y reformularse en cualquier momento de la vida. Tener una buena autoestima es esencial para una vida plena.

Una baja autoestima nos impide percibirnos como personas valiosas y las personas que la tienen suelen tener problemas de autoaceptación. Es sinónimo de tener pensamientos incorrectos sobre la propia persona, lo que con el tiempo puede dar lugar a pensamientos negativos. Por el contrario, una autoestima alta se asocia con autoconfianza, pero también con conocer nuestras limitaciones.

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En ocasiones puede confundirse con el narcisismo, con valorarnos por encima de nuestras capacidades con un optimismo ciego, pero nada más lejos de la realidad. Con una autoestima alta te sientes feliz y confiado, siempre estás preparado para afrontar nuevos retos, sabes lo que vales, pero también en qué cosas puedes mejorar. La persona narcisista no tiene una autoestima sana, sino inflada.

¿Podemos sentirnos diferente en el trabajo y en la pareja?

En ocasiones nos encontramos seguros y confiados en un aspecto de la vida, como puede ser el laboral, mientras sentimos cómo desaparecemos en otros; las relaciones no son sencillas y las de pareja no son una excepción. “Si entendemos por autoestima el aprecio que se tiene uno a sí mismo como persona íntegra, sería imposible tenerla en un ámbito, pero no en el otro”, explica el especialista en Psicología Carlos L. Postigo Moreno, quien colabora con Más Vida Red y Centro Despertares además de ejercer desde sus consultas privadas.

Eso sí, esta explicación puede tener matices y, de hecho, los tiene. “Si consideramos la autoestima como el valor y estima que una persona se tiene a sí misma en diferentes ámbitos de la vida, esta diferenciación sí sería posible. Podemos encontrar perfectamente casos en los que en un ámbito se puede sentir con autoestima alta y en otros baja en función de cómo considere su valía. Así, podemos encontrarnos con una persona que se siente con autoestima alta en el trabajo porque se ve muy capacitado y valioso, pero muy inseguro en el terreno privado con su pareja”.

Esta diferente percepción de uno mismo en función del rol que estemos desempeñando y las expectativas que tenemos puede tener varias causas extra, algunas de ellas nos las explica la Dra. Alicia Mena, psicóloga y miembro de Doctoralia, por ejemplo, aclara que, a menudo “el feedback positivo se recibe de manera más clara y directa en el ámbito laboral que en las relaciones personales”, lo que ayudaría a reforzar nuestra autoestima en esa área.

“Las experiencias traumáticas en el ámbito privado, como abuso, negligencia o relaciones tóxicas, pueden dejar cicatrices emocionales que influyen en la forma en que una persona se ve a sí misma y a los demás”, continúa, también señala las comparaciones con los demás como un factor a tener en cuenta.

“Las personas pueden tener diferentes patrones de pensamiento que influyen en su autoestima en diferentes situaciones. Por ejemplo, una persona puede tener una tendencia a compararse con los demás en su vida privada, pero tener una actitud más positiva y confiada en el ámbito profesional. Es importante reconocer que la autoestima puede ser afectada por múltiples factores y experiencias”.

Cómo afecta la autoestima en estos ámbitos

Una autoestima sana es clave para una relación saludable, en primer lugar porque nos permite ser conscientes de que no necesitamos a nadie en concreto y que, si un día se acaba, nuestra vida sigue, tal y como explica la psicóloga Silvia Congost, experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas.

“Nos ayuda a priorizarnos, a ser conscientes de que, si bien la otra persona puede haberse convertido en una parte muy importante de nuestra vida, nosotros siempre estamos primero. Es básico no olvidar esto para que podamos permitirnos ciertos espacios de regeneración”. Concluye que "tener una buena autoestima, nos ayuda a tener una idea madura y coherente del amor, asumiendo que, en realidad, nunca hay garantías en una relación".

“La baja autoestima en la relación de pareja puede generar inseguridad y dependencia emocional, lo que puede hacer que una persona tenga dificultades para establecer relaciones saludables y duraderas. Además, puede llevar a una persona a sentir que no es lo suficientemente buena para su pareja, lo que puede generar celos y desconfianza en la relación”, afirma la Dra. Mena.

Por su parte, el Dr. Postigo Moreno nos cuenta que, en general, “Una baja autoestima supone una gran inseguridad sobre quiénes somos, dudando de si somos lo suficientemente valiosos y válidos como para ser aceptados y queridos por los demás. En el ámbito laboral esto se traduce en ser incapaz de tomar decisiones importantes, no atreverse a iniciar nuevos proyectos o a no saber comunicarse asertivamente”.

¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima?

Hay algunas estrategias que podemos poner en práctica y que nos desgrana la doctora Mena. “Identificar pensamientos negativos y reemplazarlos, practicar la aceptación y el amor propio, cuidándonos y dedicando tiempo a actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien, siendo amables y compasivos con nosotros mismos”. También es clave “reconocer nuestros logros, sin minimizar, por pequeños que sean, establecer límites y decir "no" cuando sea necesario y aprender y practicar habilidades sociales”.

Este proceso no es sencillo, por eso, lo mejor es ponerse en manos de profesionales que puedan ayudarnos a entender nuestros sentimientos, comportamientos y emociones, para aprender a aceptarnos y amarnos, mejorando nuestra autoestima en todos los aspectos de nuestra vida.