¿Cuáles son las hormonas de la felicidad? Así te influyen
La felicidad se encuentra en un lugar diferente para cada persona, pero para todas empieza en el cerebro, con estas cuatro hormonas que pueden cambiarlo todo
Todos tenemos días mejores y días peores. Momentos en los que nuestro ánimo es estupendo y la vida nos sonríe y otros en los que parece que una nube negra se ha parado sobre nuestras cabezas. En muchas de esas ocasiones, existen factores externos que nos influyen, situaciones que nos angustian o nos generan ansiedad, también otras que nos producen tristeza.
Sin embargo, puede que en más de una ocasión, hayamos sentido estos cambios de humor, estas diferencias en nuestro estado de ánimo y no hayamos encontrado ninguna causa que las justifique. Las hormonas pueden ser las responsables de ello, estos mensajeros químicos del cuerpo, que viajan a través del torrente sanguíneo y afectan a distintos procesos, como el crecimiento, el metabolismo, la función sexual, la reproducción y, también, el estado de ánimo.
Las hormonas de la felicidad, ¿cuáles son?
Nuestro cerebro genera hormonas, unas sustancias químicas que, si se encuentran en los niveles adecuados, pueden ayudarnos a mantener nuestro equilibrio mental, alcanzando así la felicidad, entendida como una mezcla de bienestar y sensaciones positivas. Ser felices hace que nos sintamos mejor física y emocionalmente.
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Los estudios elaborados a lo largo del tiempo han descubierto que hay cuatro sustancias que se esconden tras esa sensación, las hormonas de la felicidad. Son cuatro neurotransmisores y cada uno de ellos tiene una función específica y desarrolla un papel distinto: la serotonina, las endorfinas, la oxitocina y la dopamina.
“La serotonina es una sustancia que regula nuestro buen humor y nuestro placer en las relaciones sexuales”, explican los expertos de Mundo Psicólogos. Esta hormona se altera con el aumento de la luz, lo que explica que para muchas personas la primavera y el verano sean estaciones más felices, con una mayor sensación de bienestar emocional. “En muchos casos la serotonina y la dopamina están muy relacionadas con el estado de humor que presentamos”.
“La serotonina, además, ayuda a la regulación del sueño y los ciclos de sueño y vigilia, y también del apetito. A menos serotonina, más alteración del sueño y del apetito”, continúan. “Para facilitar la liberación de esta hormona de la felicidad es bueno tomar el sol y estar expuesto a la luz natural al menos unos minutos al día, además de practicar ejercicio físico (si es a la luz del día mejor que mejor), ya que ayuda a la liberación de su precursor, el triptófano y comer alimentos como la leche o el maíz”.
Hablábamos de la dopamina en líneas anteriores, una sustancia química que está considerada el centro del placer, proporcionan sensaciones agradables y placenteras para motivarnos a realizar determinadas actividades; nos impulsa a repetir las acciones que nos dan satisfacción. “Tiene un rol muy importante en el desarrollo de adicciones a sustancias como el tabaco o el alcohol”, revelan desde Avance Psicólogos. “Igual que sucede con la serotonina, no es recomendable tener niveles demasiado altos de dopamina”.
Las endorfinas son las encargadas de enmascarar el dolor, tienen efecto analgésico. “Promueven la calma, generan bienestar emocional, mejoran el humor, retrasan el envejecimiento y potencian el sistema inmunitario”, dicen desde Mundo Psicólogos. “Cuando se practica deporte, las endorfinas son las sustancias estimulantes que se segregan cuando se cree que ya no puedes continuar y se produce un ‘chute de energía’”.
Se segregan endorfinas de manera natural haciendo deporte o riendo a carcajadas, también comer picante o chocolate, relacionarse con los demás o meditar, entre otras actividades.
La última de estas hormonas es la oxitocina. “Es considerada el neurotransmisor más importante a la hora de establecer vínculos afectivos y relaciones personales cercanas”, nos aclaran desde Avance Psicólogos. “Si la dopamina está por las nubes cuando nos enamoramos, la oxitocina es la que hace que ese sentimiento perdure en el tiempo. También se la relaciona con el orgasmo, tanto el masculino como el femenino”. La oxitocina también promueve la capacidad de empatía y de pertenencia a un grupo.
Cómo estimular las hormonas de la felicidad
Se podría decir que la dopamina es la encargada del placer, la serotonina regula el estado de ánimo, las endorfinas reducen el dolor y la oxitocina hace lo propio con el estrés. Todas ellas trabajan juntas y en equilibrio para conseguir que nos sintamos felices. Aunque cada transmisor se estimula de una manera diferente, hay algunas cosas que podemos hacer en nuestro día a día para activarlas de forma natural.
Por ejemplo, no puede faltar en nuestra vida el ejercicio físico, uno de los mejores remedios naturales para combatir la ansiedad que aumentará los niveles de serotonina y endorfinas de nuestro cerebro. Una alimentación saludable ayuda a nuestro cuerpo, pero también a nuestra mente, incluyendo sustancias que intervienen en la producción de otras, como el triptófano, que facilita la formación de serotonina.
Es importante descansar bien, disfrutar del sol y pasar tiempo con nuestros seres queridos, así como practicando nuestros hobbies, esos que nos hacen sentirnos bien. La felicidad no es sencilla de definir y para cada persona puede ser diferente, todo influye, las hormonas, pero también otros factores externos que no pueden quedar fuera de la ecuación.
Todos tenemos días mejores y días peores. Momentos en los que nuestro ánimo es estupendo y la vida nos sonríe y otros en los que parece que una nube negra se ha parado sobre nuestras cabezas. En muchas de esas ocasiones, existen factores externos que nos influyen, situaciones que nos angustian o nos generan ansiedad, también otras que nos producen tristeza.