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¿Eres adicto al trabajo? Señales que te ayudan a saberlo
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¿Eres adicto al trabajo? Señales que te ayudan a saberlo

No es igual estar motivado con tu trabajo que sufrir una adicción, aprende a diferenciarlo y descubre los síntomas, así como las consecuencias de ser un workaholic

Foto: Adicción al trabajo: aprende a reconocerla. (Unsplash/Microsoft 365)
Adicción al trabajo: aprende a reconocerla. (Unsplash/Microsoft 365)

Existen muchos tipos de adicciones y todas ellas suponen un problema para quien las padece. Tendemos a pensar que todo lo que se salga de lo habitual o no se ajuste a lo que hemos conocido toda la vida es menos preocupante o relevante, pero no hay duda de que todo lo que nos impida llevar una vida satisfactoria y feliz conviene aceptarlo, asumirlo y tratarlo para poder superarlo.

Este es el caso de los adictos al trabajo, un problema que no siempre se percibe como tal, pero que puede tener consecuencias serias y negativas en quien la padece. Cuidar nuestra salud mental y ser conscientes de cuándo tenemos un problema es, por suerte, cada vez más habitual, y se suma a otra serie de autocuidados, como incluir el ejercicio físico en nuestras rutinas o tratar de comer de una forma equilibrada.

Workaholic: qué es ser adicto al trabajo

placeholder Adicción al trabajo: aprende a reconocerla. (Unsplash/Sincerely Media)
Adicción al trabajo: aprende a reconocerla. (Unsplash/Sincerely Media)

Este término, workaholic, con el tiempo ha ido perdiendo parte de su significado, como sucede con tantos conceptos que se tienden a banalizar con su uso, desdibujando su verdadero significado e incluso frivolizando con sus consecuencias. Es frecuente asociarlo con personas dedicadas y que buscan hacer bien su trabajo, con el objetivo de mejorar profesionalmente, sin embargo, no conviene perder de vista lo que supone una verdadera adicción al trabajo.

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“Técnicamente”, aclaran desde Avance Psicólogos, “no es una adicción en el mismo sentido en que lo son otras adicciones, como el alcoholismo o la ludopatía (juego patológico), lo cual no significa que no sea un problema que sea recomendable tratar en psicoterapia”. En el caso de la adicción al trabajo sí es habitual que con el paso del tiempo desaparezca “ese patrón de comportamiento”, también son muy raras las recaídas.

No conviene confundir la motivación con el trabajo y la adicción al trabajo, pues a menudo la línea que separa a ambas no es sencilla de discernir. Por suerte hay algunos aspectos que lo hacen mucho más sencillo, como los motivos que llevan a esta situación. “Si estás comprometido con el trabajo, lo encontrarás placentero y satisfactorio”, explican los expertos de El Prado Psicólogos. “Si sufres una adicción al trabajo, simplemente le dedicarás más tiempo empujado por una pulsión interna, un sentimiento que prácticamente te 'obliga' a trabajar”.

placeholder Adicción al trabajo. (Unsplash/Christina @ wocintechchat.com)
Adicción al trabajo. (Unsplash/Christina @ wocintechchat.com)

Son distintos los motivos, pero también los sentimientos que provoca. “Los sentimientos positivos que genera el compromiso con el trabajo, como la satisfacción, el entusiasmo y la confianza en uno mismo, son muy diferentes de los que genera la adicción al trabajo, que suelen ser sentimientos negativos como la culpabilidad cuando no estás trabajando, insatisfacción, desilusión, ansiedad e irritabilidad”.

Síntomas que señalan que eres un workaholic

Existen algunas señales de alerta que pueden ayudar a identificar o identificarnos como un adicto al trabajo. Por ejemplo, si alguien está constantemente pensando en el trabajo, pero de una manera obsesiva, “sobre el propio desempeño en el trabajo, el deseo de tener éxito y el miedo a fracasar”, aclaran desde Terapify. También es un síntoma tener dificultades para tomar tiempo libre, seguir trabajando fuera del horario marcado y experimentar estrés cuando no se puede trabajar.

placeholder Adicción al trabajo. (Unsplash/Varun Gaba)
Adicción al trabajo. (Unsplash/Varun Gaba)

“Invertir horas adicionales a lo que se espera y es necesario, tanto que otras personas lo notan”. Esto llega a suponer un conflicto con el resto de relaciones, el individuo es consciente de que “hay consecuencias en otros aspectos de la vida, y a pesar de ello no se puede hacer cambios en los hábitos de trabajo”, incluso cuando este afecta a la salud: “Es posible que se llegue a experimentar síntomas de estrés crónico, ya que el cuerpo está en un estado de activación constante”.

Causas que pueden provocarlo

Los motivos que pueden llevar a una persona a convertirse en adicto al trabajo son muy variados. Desde una baja autoestima a una insatisfacción en otras áreas de su vida, “el trabajo puede convertirse en una excusa para no profundizar en otras esferas de tu vida en las que estás teniendo problemas”, explican desde El Prado Psicólogos. El trabajo también puede ser una distracción de otras emociones negativas que estamos teniendo, “no es inusual que algunas personas se vuelvan adictas al trabajo después de haber perdido a un ser querido”.

placeholder Adicción al trabajo. (Pexels/Mizuno K)
Adicción al trabajo. (Pexels/Mizuno K)

Este tipo de problema también suele verse en personas que han tenido que “asumir responsabilidades demasiado rápido. Esas responsabilidades tempranas contribuyen a desarrollar un sentido exagerado del deber que los impulsa a trabajar”. También hay algunos adictos que, añaden desde El Prado, “provienen de familias en las que se promueve un sistema de valores orientados a la realización de tareas y la productividad, donde el amor se condiciona a los logros”.

Muchas personas no son conscientes de tener una adicción al trabajo, pues vivimos en una sociedad muy competitiva, y solo se dan cuenta de que tienen un problema cuando este afecta a su vida familiar y su salud. Lo mejor es tener una buena relación con el trabajo, sana y equilibrada, y si una persona no es capaz de conseguirlo, buscar ayuda profesional puede ser la mejor solución.

Existen muchos tipos de adicciones y todas ellas suponen un problema para quien las padece. Tendemos a pensar que todo lo que se salga de lo habitual o no se ajuste a lo que hemos conocido toda la vida es menos preocupante o relevante, pero no hay duda de que todo lo que nos impida llevar una vida satisfactoria y feliz conviene aceptarlo, asumirlo y tratarlo para poder superarlo.

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