Ni las horas ni el menú: estas son las claves para adelgazar en el ayuno intermitente

El ayuno intermitente es una de las estrategias dietéticas que más se han puesto de moda en los últimos tiempos. Sus buenos resultados para adelgazar avalan este método. Además, múltiples estudios también apuntan a que ayuda a reducir los niveles del colesterol LDL y triglicéridos.

Este popular método consiste en no comer durante periodos de tiempo, eliminando, generalmente, la cena o el desayuno. Es importante fijar las horas que estás sin ingerir nada y los alimentos que tomas. Sin embargo, la clave del ayuno intermitente es la autofagia.

Qué es la autofagia

La autofagia es “el proceso por el que la célula descompone y destruye proteínas viejas, dañadas o anormales, y otras sustancias en su citoplasma (líquido en el interior de la célula)”, según define el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Las investigaciones afirman que es un proceso crucial en la salud. La autogafia adquirió gran relevancia después de los descubrimientos de Yoshinori Ohsumi, que precisamente recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus estudios en la materia.

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“La autofagia es un proceso celular muy común, altamente dependiente del estado nutricional y de la expresión y polimorfismos de los ATG. Es determinante en la maduración, desarrollo y salud, y participa de forma relevante en el envejecimiento y en la prevención de enfermedades degenerativas”, concluye el trabajo elaborado por Adrián Macho-González, Doctor en Farmacia e investigador postdoctoral en el Albert Einstein College of Medicine, y Francisco J Sánchez-Muniz, Catedrático Emérito de Nutrición.

La clave para el ayuno intermitente

Los productos de la descomposición se reciclan para funciones celulares importantes, en especial durante períodos de estrés o ayuno, explica el NIH. Los estudios han demostrado que el ayuno es una de las formas más eficaces de activar la autofagia.

Juega un papel importante en la regulación del metabolismo energético. Cuando se desechan componentes celulares que ya no sirven, la autofagia contribuye a mejorar la función metabólica. Tener un metabolismo rápido permite quemar más calorías y eliminar grasa.

Los estudios han demostrado que el ayuno es una de las formas más eficaces de activar la autofagia.

También trabaja en la regulación del apetito. Influye en las señales que se envían al cerebro cuando tenemos hambre. Además, mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a prevenir la diabetes. Para que la autofagia nos ayude a perder peso no hay que pasar un extenso periodo de tiempo sin comer. Se trata de adelantar la hora de la cena o si lo prefieres, tomar la primera comida del día más tarde de lo habitual. Pero se requiere un mínimo de 12 horas para que nuestro cuerpo elimine las células dañadas.

Además de ayudarnos a perder peso, la autofagia también participa en el trabajo para destruir virus y bacterias que causan infección, y combate así que las células normales se vuelvan cancerosas. Múltiples investigaciones señalan que muchas enfermedades crónicas y neurodegenerativas se relacionan con fallos en la autofagia.