Qué es el síndrome de 'burnout' según los expertos y cómo saber si lo padeces

El llamado síndrome de burnout afecta principalmente a aquellos trabajadores y trabajadoras que experimentan un elevado estrés laboral en su día a día. Aunque esta condición no está reconocida oficialmente como una enfermedad médica, los expertos señalan que este tipo de agotamiento implica un desgaste físico y emocional que afecta gravemente la salud mental y emocional de quienes lo sufren.

Existen varias señales que indican que podrías estar sufriéndolo, algunos de los ejemplos más claros son que sientas ansiedad cuando llega el momento de acudir a tu puesto de trabajo y estando en el mismo, que te sientas desconectado de tus tareas y de tus compañeros, que experimentes problemas de concentración, falta de motivación, tristeza e insatisfacción general.

Todos estos síntomas pueden acompañarse, además, de cambios en los hábitos de sueño, en la alimentación, pesimismo, tristeza, dolores de cabeza y/o problemas digestivos.

Causas y factores de riesgo

Las causas del síndrome de burnout son diversas, pero entre las más comunes se encuentran la incertidumbre laboral, la presión por conseguir ciertos objetivos, la excesiva carga de trabajo, la mala relación con los compañeros y la falta de personal que experimentan muchas empresas que conlleva a la sobrecarga de trabajo de los pocos empleados existentes.

No poder influir en la gestión de la carga de trabajo o en las decisiones que afectan a tus tareas diarias incrementa este agotamiento, así como no sentir el apoyo de tus compañeros o de tus superiores intensifica el estrés y el desgaste dando lugar a trastornos de ansiedad que pueden derivar en bajas médicas y en numerosas sesiones de terapia psicológica para combatir el problema.

Otro de los factores que contribuyen al agotamiento laboral es la incapacidad para conciliar la vida personal con la profesional. La sobrecarga de responsabilidades en el trabajo o la incompatibilidad de turnos con tu pareja, familia y amigos, genera un sentimiento de agotamiento y frustración constante.

Ajustar tus expectativas y establecer límites claros sobre lo que puedes y no puedes hacer en tu jornada laboral es fundamental para reducir la carga de estrés y ansiedad. Si tras expresar tus sentimientos y tu opinión el entorno laboral no mejora, quizás sea el momento de considerar otras opciones profesionales que te ofrezcan un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral y que no destrocen tu salud mental y emocional.