Así afecta la falta de luz solar al estado de ánimo tras el cambio de hora
La luz es quien regula nuestro ciclo circadiano y los cambios en la exposición pueden afectar a la mente
Cada otoño, el sueño puede volverse un reto. Con menos luz solar, nuestro cuerpo reacciona segregando antes la melatonina, la hormona del sueño, lo que afecta nuestra rutina de descanso. Si notas que te sientes somnoliento en las tardes o tienes problemas para conciliar el sueño de noche, el cambio de estación puede ser el motivo. ¿Cómo puedes adaptarte y mejorar tu descanso? Aquí te contamos las claves para lograrlo.
La luz natural es uno de los factores principales en el control de los ciclos de sueño, actuando como un reloj para nuestro cuerpo. Cuando disminuye, como ocurre en otoño, el cerebro interpreta esta reducción de luz como una señal para prepararse para el descanso. La disminución de la luz solar en otoño activa la melatonina más temprano, generando somnolencia antes de tiempo. La luz es quien regula nuestro ciclo circadiano y, al reducirse la luz, el cerebro nos envía las primeras señales de sueño incluso antes de llegar a la noche.
Los efectos de este cambio no son iguales para todos. Los niños y los adultos mayores son los grupos que más suelen notar el impacto de la reducción de horas de luz en su descanso. Esto se debe a que su sistema de regulación del sueño es más sensible y menos flexible frente a cambios ambientales.
Pero no solo el sueño se ve afectado: esta falta de luz también puede impactar el ánimo, generando una sensación de desánimo y fatiga que se conoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Este fenómeno se caracteriza por síntomas como la apatía, el cansancio y, en ocasiones, dificultad para realizar las actividades diarias con la misma energía.
Para mantener una buena rutina de sueño en otoño, es importante adoptar algunos hábitos que pueden ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso. Aprovechar la luz natural durante las primeras horas del día es uno de los métodos más efectivos, pues ayuda a regular el ciclo circadiano y te hace sentir más despierto. Si no tienes acceso directo a luz natural, considera el uso de dispositivos de fototerapia, una herramienta útil para simular los efectos de la luz solar. En casos específicos, también puede ser beneficioso el uso de melatonina bajo supervisión médica; esta hormona, al administrarse correctamente, puede ayudarte a regular el sueño de forma efectiva.
Otro paso importante para adaptarse al cambio de estación es mantener una rutina regular de sueño. Esto implica intentar acostarse y levantarse a la misma hora cada día, incluyendo los fines de semana. La regularidad horaria ayuda a que tu cuerpo se adapte mejor a los cambios de luz. Además, cuidar la higiene del sueño también es esencial: evita el consumo de alcohol, cafeína y la exposición a dispositivos electrónicos antes de dormir. Mantener el dormitorio en condiciones óptimas, con una temperatura agradable, sin ruidos y con la menor cantidad de luz posible, también contribuye a mejorar la calidad del descanso.
Cada otoño, el sueño puede volverse un reto. Con menos luz solar, nuestro cuerpo reacciona segregando antes la melatonina, la hormona del sueño, lo que afecta nuestra rutina de descanso. Si notas que te sientes somnoliento en las tardes o tienes problemas para conciliar el sueño de noche, el cambio de estación puede ser el motivo. ¿Cómo puedes adaptarte y mejorar tu descanso? Aquí te contamos las claves para lograrlo.
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