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Los extranjeros se preocupan: esta planta es altamente tóxica y está por toda España
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Los extranjeros se preocupan: esta planta es altamente tóxica y está por toda España

Su presencia en las carreteras y jardines españoles responde a razones prácticas y estéticas, a pesar del riesgo

Foto: Esta planta es muy tóxica pero se puede ver en muchos jardines españoles. (Pexels/ Sumit Mathur)
Esta planta es muy tóxica pero se puede ver en muchos jardines españoles. (Pexels/ Sumit Mathur)

Para quienes visitan España, un detalle que llama la atención en las carreteras es la presencia de un arbusto de flores rosadas o blancas que adorna las medianas de las autovías. Se trata de la adelfa, también conocida como laurel rosa o baladre, una planta de gran belleza pero altamente tóxica. Aunque en otros países su uso está más restringido, en España es común verla tanto en espacios públicos como en jardines privados, lo que ha generado preocupación entre turistas y extranjeros que conocen su peligrosidad.

A pesar de las advertencias de toxicidad, la adelfa sigue siendo una de las plantas más utilizadas en la jardinería urbana y en la infraestructura vial. Su presencia en las autovías españolas no es casualidad, ya que cumple varias funciones esenciales para la seguridad en carretera. Gracias a su crecimiento frondoso y su capacidad de alcanzar hasta cinco metros de altura, ayuda a separar los carriles de circulación en direcciones opuestas, reduciendo el riesgo de colisiones frontales.

placeholder La adelfa se usa mucho en las autovías. (Pexels/ Hassan OUAJBIR)
La adelfa se usa mucho en las autovías. (Pexels/ Hassan OUAJBIR)

Además, sus densas hojas minimizan los deslumbramientos causados por las luces de los vehículos durante la noche. Otro de sus beneficios es su capacidad de actuar como amortiguador en caso de accidente, ya que al estar plantada en las medianas, absorbe parte de la energía de un impacto y evita que los coches atraviesen la barrera hacia el carril contrario.

Aunque su uso ornamental y vial es indiscutible, la adelfa es una de las plantas más tóxicas del mundo. Todas sus partes contienen glucósidos cardiotóxicos, compuestos que afectan el ritmo cardíaco y pueden provocar graves intoxicaciones. La forma más común de envenenamiento ocurre al ingerir sus flores, aunque también puede producirse por la inhalación del humo cuando la planta es quemada. Además, un riesgo adicional es la confusión de sus hojas con las del eucalipto, lo que puede llevar a un consumo accidental en infusiones con consecuencias peligrosas.

placeholder La venta de adelfas está prohibida desde 2004. (Pexels/ Marian Florinel Condruz)
La venta de adelfas está prohibida desde 2004. (Pexels/ Marian Florinel Condruz)

Los síntomas de intoxicación por adelfa varían en gravedad y pueden incluir vómitos, diarrea con presencia de sangre, mareos, dificultad para respirar, convulsiones e incluso paradas cardíacas en los casos más severos. Su toxicidad es tan elevada que, desde 2004, su venta está prohibida en España. A pesar de ello, sigue siendo una planta muy habitual en jardines privados y espacios públicos, lo que aumenta el riesgo de contacto accidental, especialmente en niños y mascotas.

El desconocimiento sobre la peligrosidad de la adelfa ha llevado a que muchas personas sigan utilizándola sin tomar las precauciones necesarias. Aunque su estética la convierte en una opción atractiva para la decoración, es fundamental evitar el contacto directo con ella y, en caso de sospecha de intoxicación, acudir de inmediato a un centro médico sin recurrir a la automedicación. Para los turistas y extranjeros que visitan España, es importante estar informados sobre esta planta y no dejarse engañar por su apariencia inofensiva.

Para quienes visitan España, un detalle que llama la atención en las carreteras es la presencia de un arbusto de flores rosadas o blancas que adorna las medianas de las autovías. Se trata de la adelfa, también conocida como laurel rosa o baladre, una planta de gran belleza pero altamente tóxica. Aunque en otros países su uso está más restringido, en España es común verla tanto en espacios públicos como en jardines privados, lo que ha generado preocupación entre turistas y extranjeros que conocen su peligrosidad.

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