Ni yoga ni hacer crucigramas: este es el hábito fundamental a partir de los 60 que recomiendan los expertos para mejorar el estado de ánimo

• Si quieres vivir una vida más feliz a los 60 años, di adiós a estos 7 hábitos
• Ni pesas ni gimnasio: la regla del 6-6-6 con la que las personas mayores de 60 se ponen en forma

A medida que pasan los años, el organismo experimenta cambios que nos afectan tanto a nivel físico como emocional. En este contexto, adoptar rutinas sencillas de bienestar puede ayudarnos a mejorar la calidad de vida. Uno de los hábitos recomendados, especialmente para mejorar el estado de ánimo a partir de los 60 años, es la exposición controlada a la luz solar.

Y es que más allá de prácticas como yoga, Pilates o ejercitar la mente mediante crucigramas o sudokus, un paseo corto o unos minutos al aire libre cada día pueden contribuir de forma decisiva al equilibrio del cuerpo y la mente. Este sencillo gesto aporta beneficios clave relacionados con el fortalecimiento óseo, el bienestar emocional y la calidad del sueño.

Para lograr todos esos beneficios basta con exponernos a la luz solar entre 10 y 30 minutos diarios, siendo tiempo suficiente para mejorar nuestro estado de ánimo y mantener una buena densidad ósea, ya que la vitamina D desempeña un papel esencial en la absorción del calcio, un mineral imprescindible para proteger las articulaciones y prevenir caídas.

Además de sus beneficios físicos, la luz solar estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor vinculado a la sensación de bienestar. En la tercera edad, cuando pueden aparecer sentimientos de soledad o episodios depresivos, mantener unos niveles adecuados de esta hormona resulta clave para la estabilidad emocional.

Asimismo, la exposición a la luz natural ayuda a regular el ritmo circadiano, facilitando un sueño más reparador durante la noche y promoviendo un mayor nivel de energía durante el día, algo que tiene un impacto directo en la vitalidad y la disposición general para realizar actividades cotidianas.

Los especialistas recomiendan optar por exposiciones breves y regulares, acompañadas siempre de protección solar y ropa que cubra las zonas más sensibles. Utilizar sombreros, gafas de sol y prendas ligeras ayuda a minimizar el riesgo de los rayos ultravioletas sin renunciar a los beneficios del sol.

Esta práctica sencilla, gratuita y al alcance de todos, puede contribuir a tener una vejez más activa y a que nuestro estado de ánimo mejore de manera considerable gracias a los beneficios que la exposición al sol tiene para nuestro organismo.