David Callejo, médico y anestesista: "Durante el embarazo la retención de líquidos y las hormonas pueden hacer que tu vista empeore"

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El médico y anestesista David Callejo, es uno de los expertos más seguidos en redes sociales debido a su contenido divulgativo sobre salud en el que nos explica cuestiones derivadas de esta y nos da trucos para mejorar nuestro día a día. En uno de sus vídeos recientemente publicados en su perfil de Instagram (@davidcallejo10), el anestesista nos explica el motivo por el que muchas mujeres ven empeorar su visión durante el embarazo.

"Si estás embarazada y de pronto ves peor o no aguantas las lentillas debes saber que no son imaginaciones tuyas, ya que durante el embarazo la retención de líquidos y las hormonas pueden cambiar la forma de tu córnea y el grosor de tu cristalino", explica al inicio de su vídeo David Callejo a todas sus seguidoras.

Parece que con el uso de pantallas y con la edad materna avanzada esto sea más común. El defecto que se suele ver más afectado es la miopía que, aunque generalmente es reversible, el anestesista nos recomienda que "si notamos mucho cambio en la graduación lo mejor será acudir a un oftalmólogo para que pueda examinarnos más a fondo".

David Callejo nos recuerda que durante el embarazo y la lactancia no se recomiendan hacer cirugías para la vista porque en ese momento la graduación de nuestros ojos es inestable debido a los cambios hormonales que el cuerpo de la mujer sufre durante el embarazo.

Y es que durante el embarazo, el cuerpo de la mujer atraviesa numerosos cambios físicos y hormonales y muchas de ellas notan una visión más borrosa, sensibilidad a la luz o sensación de ojo seco, especialmente durante el segundo y tercer trimestre del embarazo.

Esto se debe al aumento de estrógenos y progesterona, que pueden alterar la composición de la lágrima y reducir la lubricación del ojo, provocando sequedad ocular y molestias al parpadear o leer. Además, la retención de líquidos característica del embarazo también puede afectar temporalmente la forma de la córnea, lo que explica la visión borrosa o la dificultad para enfocar correctamente.

Como bien indica David Callejo, la mayoría de estos cambios son temporales y desaparecen tras el parto. Conviene saber que, al poder alterarse las graduaciones durante el embarazo, no es el mejor momento para cambiar gafas o hacerse cirugía ocular. En caso de usar lentillas y notar molestias, optar por el uso de gafas y aplicar lágrimas artificiales sin conservantes suele ser la mejor solución.