Valeria Mazza: "Nuestras cenas con Ana y Aznar son un clásico del verano"

P: ¿Por qué brinda Valeria Mazza?

R: Principalmente por la suerte que he tenido en la vida. Tengo una familia con salud, que es lo principal. Cuatro hijos con los que aún disfruto la vida cotidiana, aunque Balthazar ya tiene 18 años y quiere volar solo. Disfruto de una estabilidad compartida con Alejandro (Gravier). Llevamos 27 años juntos, diecinueve casados y ocho de novios. Brindo por todo esto, y además, me gusta mucho el champán.

P: Tienes cuatro hijos y sigues manteniendo un aspecto de adolescente, ¿algún secreto?

R: Digamos que tengo unos buenos genes porque mi mamá tampoco aparenta la edad que tiene. Y otro factor importante es mantener la evolución vital y el equilibrio con tu mundo y con lo que te rodea.

P: No has pasado por el quirófano.

R: No, no hay bisturí, pero sí cuidados. Los años son vida, experiencia y no me molesta cumplir años. Ahora tengo 45 y me encuentro muy bien. No me gustaría volver atrás.

P: Todos los veranos pasas una temporada en Marbella...

R: Nos encanta. Mis hijos disfrutan mucho. Este verano presentaré la gala Starlite y nos quedaremos por allí un tiempito.

P: Sorprende vuestra relación con José María Aznar y Ana Botella... Todos los veranos os vais a cenar juntos

R: Somos muy amigos. Como decimos, esa reunión es un clásico del verano. Nos llevamos muy bien y cuando José María viaja a Buenos Aires, viene a casa y organizamos cena especial para él con nuestros amigos.

P: ¿Cómo os conocisteis?

R: Hace muchos años, a través de Alejandro Agag y de Anita. Después ya los conocimos a ellos y empezamos a vernos cada vez que veníamos a España, y ellos a Buenos Aires o a Punta del Este. Compartimos muchas cosas, maneras de ver la vida, valores...

P: En varias ocasiones has tenido la posibilidad de que el papa Francisco os recibiera.

R: Ha sido lo más emocionante de mi vida. Soy creyente y creo que el papa Francisco está acercando la iglesia a la gente que vuelve a tener fe y esperanza. Yo lo conocía cuando era cardenal de Buenos Aires, porque colaboro en varios proyectos sociales. Uno de ellos es impartir clases de moda en un barrio muy desfavorecido a niñas de 13 y 14 años. El Papa no ha cambiado la Iglesia, pero sí ha hecho que se vea de otra manera.

P: Tu hijo mayor cumple 18 años, ¿no tienes el agobio del nido vacío?

R: Por ahora no, porque aún me quedan tres de 15, 12 y la pequeñita de nueve. Me cuesta ver a Balthazar tan grande y tan alto que me pone la mano por encima y me dice con su vozarrón: “Hola, mamá!”.

P: ¿Aumentar la familia?

R: Ya no. Esa etapa pasó y ahora estoy con las adolescencias que en los chicos son menos conflictivas que con las niñas. Taína con nueve años da más guerra que sus hermanos a su edad. Ellos son más simples: 'sí', 'no' y patear el balón. Taína es más de los '¿por qué...?'. Las mujeres somos más complejas que los hombres.

P: Te criticaron cuando Taína, con siete años, participó en una producción de moda...

R: Siempre habrá a quien no le parezca bien lo que haces. Es mi hija, lo pasó bien. Para ella fue un juego y no hay que darle más vueltas. No sé a que se dedicará porque tiene una personalidad muy creativa. Da clases de interpretación, de música y canta muy bien. Y si quiere ser modelo, por supuesto que le abriría puertas.

P: Cuando empezaste a desfilar con 17 años, las modelos que triunfaban eran Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Linda Evangelista… Tú eras la única latina.

R: Me llamaba así, “la latina”. Han pasado 25 años y el mundo ha cambiado muchísimo en general y, por supuesto, el de la moda también. Las redes sociales, la comunicación global... Cuando yo empecé a desfilar en París, en Milán, en Londres, todo era una aventura porque estaba todo lejísimos. Ahora hay cantidad de niñas en Argentina que están triunfando como Mica Arganaraz.

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