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El enésimo viaje privado de los Príncipes de Asturias
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El enésimo viaje privado de los Príncipes de Asturias

Primero fue Londres. Después Roma. Luego llegó Ámsterdam. Tres viajes privados en menos de tres meses que han levantado ampollas por el innecesario coste que suponen

Primero fue Londres. Después Roma. Luego llegó Ámsterdam. Tres viajes privados en menos de tres meses que han levantado ampollas por el innecesario coste que suponen las frecuentes escapadas al extranjero de los Príncipes de Asturias a cuenta del honrado contribuyente. Muchos piensan que podrían optar por promocionar el turismo nacional y, de esta forma, reducir notablemente la factura de, por ejemplo, los servicios de seguridad.

Y es que aún colea el último periplo privado de don Felipe, su consorte y las hijas de ambos a Ámsterdam, el pasado fin de semana. Los futuros Reyes viajaron en vuelo regular rumbo a la tierra de los príncipes de Orange.

Al parecer, fueron precisamente Guillermo y Máxima de Holanda los que invitaron a don Felipe y doña Letizia, que se alojaron en la residencia de estos, cerca de La Haya. Quizá aprovecharon para celebrar a posteriori el 40 cumpleaños de la princesa de origen argentino, que tuvo lugar a finales del mes pasado y en el que los príncipes de Asturias protagonizaron una de las ausencias más sonadas. Aunque en aquel momento las razones que algunos esgrimieron fueron las meramente económicas -no convenía derrochar en tiempos de crisis-, lo cierto es que el mismo fin de semana los herederos tenían que asistir a la Primera Comunión de Miguel Urdangarín y a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. El benjamín de los Reyes incluso se escapó a Londres entre un evento y otro para asistir a la final de la Champions que enfrentó al Manchester United y al Barcelona, y que se saldó con la victoria del equipo español.

En este caso, pese al encuentro con los Príncipes de Orange, la Casa Real señala a Vanitatis que se trata de un viaje "privado" y reconocen que entre ambos herederos "existe una amistad", por lo que no es de extrañar que se intercambien invitaciones y visitas varias.

Pero la afición de doña Letizia por los viajes trasatlánticosmucha más que la que siente hacia los nacionalesno es nueva. Ya el verano pasado, el heredero al trono y su mujer se decantaron por Oriente en un periplo privado que incluyó una visita a la Exposición Universal de Shanghay. De este viaje pocas cosas trascendieron al catalogarse, según dijeron en Zarzuela en su momento, de una "actividad privada", es decir, como si de unas vacaciones de un matrimonio de clase media-alta se tratase.

También fue muy comentado el viaje que realizó, en este caso doña Letizia con sus hijas, al Algarve portugués mientras la realeza europea acudía al 70 aniversario de Constantino de Grecia en Londres. La ex periodista fue invitada por los millonarios portugueses Pereira Coutinho, una familia que mantiene una profunda amistad con la Princesa de Asturias. Curiosamente hace sólo un mes saltaba a la palestra por la distinción nobiliaria que recibió uno de sus miembros por parte del Rey: la de marqués.

Los gastos de la realeza, en entredicho

Al igual que los viajes privados de los Príncipes, que no cejan en su empeño de disfrutar de sus días de asueto como ciudadanos normales y corrientes - pese a que en algunos de ellos son recibidos como los miembros de la Familia Real que son-, ciertas actitudes del resto de la realeza europea también son objeto de polémicas.

Sin ir más lejos, los Príncipes de Orange, a los que les gustan los destinos exóticos, tuvieron que renunciar no hace mucho a una residencia de verano en Machangulo, una playa del sur de Mozambique, en el océano Índico, que habían adquirido para sus vacaciones. En su momento, se argumentó que "no era época de gastos, ni tan siquiera para los herederos al trono holandés".

Recientemente se ha sabido que Guillermo y Máxima de Holanda pagaron una parte de la casa a un agente inmobiliario que tenía una cuenta corriente en un paraíso fiscal, algo que fue duramente criticado pese a que desde la Casa Real holandesa se aseguró que los Príncipes habían pagado todos los impuestos correspondientes. Con todo, los Orange se vieron obligados a abandonar el proyecto, por lo que este año tendrán que elegir un nuevo destino turístico.

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