Dinastías como las de Arabia Saudí o los Emiratos Árabes confían sus vacaciones a la Costa del Sol, donde poseen numerosos palacios. Eso sí, los comerciantes consideran que ya no se gastan tanto dinero como en años de bonanza
El príncipe Saudí Salman, durante sus vacaciones en la Costa del Sol en 2010 (I.C.)
Es conocida la predilección que las distintas realezas del Golfo Pérsico tienen por pasar el período estival en Marbella, ciudad que alberga numerosos palacios de estas dinastías, como la Saudí o la de Emiratos Árabes, y que han elegido este verano la Costa del Sol para descansar. Durante estos días de verano, esta privilegiada zona malagueña bañada por el Mediterránea ha recibido la visita de miembros de la familia real de Emiratos Árabes y de Arabia Saudí, como así publicó Vanitatis en su momento, y algunos de los cuales continúan en el municipio.
El heredero al trono de Arabia Saudí y actual ministro de Defensa, el príncipe Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, hizo una visita relámpago el pasado 24 de agosto a la ciudad, en la que también ha pasado unos días su hijo, el príncipe Sultán, que es el ministro de Turismo. Asimismo, destacan príncipes y princesas de estas dinastías, como el príncipe Salman, nieto del rey Faisal de Arabia; y jefes de Estado, como el presidente del Congo, y se prevé que otros lleguen en septiembre para pasar sus vacaciones.
Estos soberanos visitantes suelen llegar a la ciudad ya terminado el Ramadán, mes de ayuno diario que los musulmanes celebran cada año y que depende del calendario islámico lunar. Durante este período en el que no pueden comer, beber ni mantener relaciones sexuales hasta la puesta del sol, los musulmanes viven sus días de forma más austera, hasta la puesta de sol cuando dan paso a grandes cenas con manjares y dulces.
Es conocida la predilección que las distintas realezas del Golfo Pérsico tienen por pasar el período estival en Marbella, ciudad que alberga numerosos palacios de estas dinastías, como la Saudí o la de Emiratos Árabes, y que han elegido este verano la Costa del Sol para descansar. Durante estos días de verano, esta privilegiada zona malagueña bañada por el Mediterránea ha recibido la visita de miembros de la familia real de Emiratos Árabes y de Arabia Saudí, como así publicó Vanitatis en su momento, y algunos de los cuales continúan en el municipio.
El heredero al trono de Arabia Saudí y actual ministro de Defensa, el príncipe Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, hizo una visita relámpago el pasado 24 de agosto a la ciudad, en la que también ha pasado unos días su hijo, el príncipe Sultán, que es el ministro de Turismo. Asimismo, destacan príncipes y princesas de estas dinastías, como el príncipe Salman, nieto del rey Faisal de Arabia; y jefes de Estado, como el presidente del Congo, y se prevé que otros lleguen en septiembre para pasar sus vacaciones.
Estos soberanos visitantes suelen llegar a la ciudad ya terminado el Ramadán, mes de ayuno diario que los musulmanes celebran cada año y que depende del calendario islámico lunar. Durante este período en el que no pueden comer, beber ni mantener relaciones sexuales hasta la puesta del sol, los musulmanes viven sus días de forma más austera, hasta la puesta de sol cuando dan paso a grandes cenas con manjares y dulces.
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