Los otros Varela de la realeza europea

“La única reina a la que vestí fue a Evita”. De este modo se refirió el célebre modisto Christian Dior a la malograda primera dama de Argentina. La esposa del presidente Juan Domingo Perón siempre destacó entre todas sus clientas. Reales y plebeyas. En el universo de la moda monárquica de nuestros días son contados los couturiers de corte internacional que destacan dentro y fuera de los armarios de las royals. Las reinas y princesas contemporáneas no arriesgan. Apuestan más por firmas autóctonas en bodas reales, bautizos, entronizaciones o funerales de Estado. Y gracias a estos actos, los modistos logran que sus diseños sean objeto de crítica (buena o mala) a nivel mundial.

Doña Letizia (42 años) ha hecho del sempiterno Felipe Varela su modisto de cámara. Cuando todavía era la prometida del antaño Príncipe de Asturias, ya se dejaba ver con algún conjunto obra del modisto madrileño. La primera vez que la ahora Reina de España lució uno de sus vestidos de noche corría el año 2004. Fue durante la recepción oficial al presidente de la República Checa. Desde entonces y hasta hoy, un 80% de los trajes de gala (o de cóctel) de la esposa de Felipe VI han estado firmados por Varela. Una fidelidad que también profesan otras royals de Europa. ¿Quiénes son sus Varelas?

La flamante princesa sueca Sofía Hellqvist (30) confió su vestido de novia en la diseñadora local Ida Sjösted. Lució un vestido de manga larga con escote ceñido realizado en crepé de seda y aplicaciones de encaje blanco obra del español José María Ruiz. Con este diseño la exmodelo pisaba sobre seguro en la capilla del palacio real de Suecia. Era la segunda vez que Sjöted la vestía para una ocasión especial. La penúltima vez fue durante la gala de los Premios Nobel de 2014. Entonces lució un vestido en color berenjena con pedrería incrustada, transparencias y gran falda de tul.

Un vestido azul klein con un abrigo-capa a juego bastó para que la argentina Máxima Zorreguieta (44) conquistara a sus súbditos el día de la entronización de su marido. Un conjunto rotundo (a juego con una tiara de diamantes y zafiros) obra del también modisto local Jan Taminiau. Él también rubricó el vestido utilizado por la argentina para la fiesta posterior al acto institucional. Pero no ha sido la única vez. En más de una ocasión ha dicho sentir “un gran honor por contribuir en el armario de la reina de los holandeses”.

A pesar de que todavía es princesa heredera, Mary de Dinamarca (43) es siempre una apuesta segura en todos los actos a los que acude. Y una parte importante de su armario también tiene sello local. El danés Jesper Hovring es también uno de sus modistos de cabecera. La factura de los vestidos del diseñador juegan con la silueta de la esposa de Federico. Drapeados o vestidos de pedrería bastan para encumbrarla en los top 10 de las mejor vestidas. Célebre es el vestido que lució durante la entrega de los Premios BAMBI en Berlín o aquel azul aguamarina que causó tan buenas críticas en la boda de Victoria de Suecia.

'Patinazos' estilísticos

Con más tropiezos que aciertos, toda vez que la princesa Mette Marit de Noruega (41) apuesta por su Varela, suele acertar. En este caso es mujer, y se llama Nina Skarra. Una modista que también ha vestido, entre otras, a la patria Penélope Cruz. De ella es aquel célebre vestido azul cielo de tablas con fajín fúcsia que lució durante el 70 aniversario de Margarita de Suecia. Aunque de ella destacan más sus patinazos estilísticos, también gusta de utilizar firmas como Valentino.

Si de firmas van las apuestas de otras royals, las hay que prefieren apostar directamente por grandes marcas para no defraudar. La princesa Victoria de Suecia (37) es fiel a Elie Saab o Escada. Una línea que también sigue la duquesa de Cambridge. Kate Middleton (33) confió para su vestido de novia en la casa Alexander Mc Queen y así lo ha hecho en sucesivas ocasiones para grandes eventos. La mujer del príncipe William ha visto en la directora creativa de la marca, Sarah Burton, una de sus diseñadoras de cabecera. Lo mismo que ha de pensar Charlène de Mónaco (37). Aunque comenzó a despuntar con vestidos de alta costura de Dior en sus inicios, su apuesta personal vira hacia Akris y, más en concreto, hacia su director creativo Albert Kriemler.