La policía interroga a los jóvenes que profanaron la tumba del príncipe Friso

El pasado 21 de junio, la princesa Beatriz tenía que afrontar una noticia de lo más desagradable. Un grupo de jóvenes se había colado en el cementerio de Lage Vuursche y sobre la tumba de su hijo Friso habían organizado una pequeña fiesta. Ni el sepulcro ni los alrededores habían sufrido grandes desperfectos, pero la que fuese reina de Holanda tuvo que ver cómo el lugar en el que descansan los restos de su hijo estaba lleno de botellas de alcohol y basura.

Los jóvenes que protagonizaron tan desagradable episodio hace dos meses lograron escapar de la policía cuando esta acudió al cementerio alertada por los vecinos. Sin embargo, esta semana, tras varios meses siguiéndoles la pista, las autoridades holandesas han logrado detener a algunos de ellos.

Según informan De Telegraaf y Vorsten, los dos jóvenes arrestados han confesado que estuvieron divirtiéndose en la tumba de Friso, y en aproximadamente dos semanas se celebrará un juicio para dilucidar las consecuencias del incidente. Unas consecuencias que podrían quedarse en una multa económica si los dos chicos piden disculpas a la princesa Beatriz y a toda la familia real holandesa.

Dos años de su muerte

El príncipe Friso moría el 12 de agosto de 2013 como consecuencia de las secuelas que le quedaron tras sufrir un accidente de esquí en el invierno de 2012. Su familia decidió que sus restos mortales descansasen en el cementerio de Lage Vuursche, muy cerca del castillo de Drkesteyn, el lugar en el que Friso pasó toda su infancia y donde la princesa Beatriz reside actualmente.