El sobrino de la reina Isabel II, David Linley, fracasa en su negocio de muebles

David Armstrong-Jones, conocido profesionalmente como David Linley, no está pasando por su mejor momento empresarial. Según ha publicado el Daily Mail, su marca de muebles ha sufrido graves pérdidas económicas en los últimos años. La exclusiva firma realiza muebles a medidas, tapices y artículos de diseño de interiores. Durante años ha cosechado gran éxito internacional y dentro de la alta sociedad del Reino Unido. Entre sus clientes asiduos se encuentran el cantante Elton John y la estrella televisiva americana Oprah Winfrey.

Según las cuentas publicadas por David Linley & Company Limited, el sobrino de la reina Isabel II de Inglaterra y conde II de Snowdon, se encuentra inmerso en una grave crisis económica. Las pérdidas alcanzaron 1,6 millones de euros en su último año financiero, toda una debacle para su estructura empresarial. Al parecer, todos sus problemas económicos se deben a que no se dedica en exclusividad al negocio. Hay que recordar que el príncipe de Gales nombró recientemente a David número dos de la organización benéfica The Prince's Foundation.

Recibe ayudas

Debido a sus apuros económicos, en los últimos años solicitó ayuda a varios amigos empresarios. Uno de ellos fue Sergei Pugachev, un ruso oligarca apodado como el 'cajero del Kremlin'. El empresario soviético le dio un préstamo de 450.000 euros. La intención no era mala, pero no hubo final feliz. Pugachev abandonaba en 2011 la empresa envuelto en numerosos escándalos financieros y con graves problemas con la justicia por acusaciones de malversación.

Poco después de este desagrable suceso para Linley, la suerte estuvo de su lado al encontrar a James Edmiston, un empresario británico dedicado a la fabricación de yates de lujo. Edmiston invirtió 4.500.000 de euros, y a cambio se quedó con el 60% del negocio del conde de Snowdon. Pero tres años después, James Edmiston vendió el 56% de la empresa a los malasios David Chuas y Dato 'Sri Nazir Razak.

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A pesar de todo esto, el año pasado fue un buen año para la compañía de David Linley, ya que anunció que había duplicado sus ingresos. A raíz de esto, remodeló sus inmuebles abriendo una espectacular tienda en Piccadilly y en Belgravia. Dos importantes zonas de Londres que le han aportado grandes beneficios. Sin embargo, algunos medios señalan que la recuperación no fue del todo real porque han tenido que volver a pedir un préstamo de 2,5 millones de euros. La compañia aduce que se pidió esa cantidad para acometer la remodelación de los inmuebles. Además, tuvo que mantener a 69 empleados, y a un director 'anónimo', que ganó una desorbitada cantidad de libras esterlinas el año pasado.