De bajo perfil y sin televisar: nuevos detalles sobre la boda de Beatriz de York

Lo anunciaban en septiembre sin desvelar más datos, pero convirtiéndose en los protagonistas de la próxima boda real de la familia Windsor. Beatriz de York y Edo Mapelli pasarán por el altar en 2020, en lo que será la gran cita del año para la familia, ya que se espera que al menos el núcleo duro acuda sin fisuras. Solo con la duda del príncipe Harry y Meghan Markle, de quienes se ha dicho que podrían no estar invitados por las supuestas tiranteces que ha tenido la pareja con la princesa Beatriz en los últimos meses.

Aunque no se sabe aún la fecha en la que se darán el 'sí, quiero', se da por sentado que será durante la primavera, siguiendo los pasos de Lady Gabriella Windsor -que se casaba en mayo del año pasado- o los propios duques de Sussex, que hacían lo propio el mismo mes de 2018. Lo que también es un misterio es el lugar, aunque ya se han descartado algunas localizaciones como Italia, uno de los enclaves que se apuntaron nada más anunciar el compromiso, la capilla de San Jorge del castillo de Windsor o algunas de las propiedades de la familia. De hecho, según el 'Mail on Sunday', todo apunta a que será un enlace con mucha menos pompa: "Es posible que opten por una celebración moderada en el jardín trasero de sus padres, en lugar de la habitual atracción en carruaje y las multitudes".

La elección de esta localización tendría un motivo y una consecuencia. El motivo es que se trata de una celebración que se considerará privada, por lo que no será financiada por el Estado. Así que, visto lo visto, parece que hay que ahorrar gastos. Y la consecuencia directa de que sea una boda de bajo perfil, a pesar de que se espera a buena parte de los Windsor, es que muchos diseñadores se han mostrado reacios a vestirla, dado que la publicidad generada será mucho menor. O lo que es lo mismo, al no ser televisada -al menos por lo que se sabe hasta el momento-, todo apunta a se tendrá que pagar su propio vestido.

Sí hay una cosa segura y es que la princesa Beatriz de York llevará, por primera vez, una tiara familiar, algo que hasta ahora no había lucido, ya que suelen estar reservadas para novias o mujeres de la familia ya casadas. Junto con el vestido, será uno de los grandes secretos de la boda. Sus precedentes han sido la tiara 'bandeau' que lució Meghan Markle, valorada en más de dos millones de libras; la tiara Halo lucida por Kate Middleton, cuyo precio se estima en más de un millón de libras; y la más espectacular, la que llevó la princesa Eugenia el día de su boda, la conocida como Greville Emerald Kokoshnik, realizada en esmeraldas, platino y diamantes.