El príncipe Andrés dimite de sus funciones públicas por el escándalo Epstein

El príncipe Andrés de Inglaterra ha decidido apartarse de sus tareas públicas después de que haya sido imposible parar el escándalo Epstein que le ha venido salpicando en los últimos meses.

En un comunicado que aparecía en su cuenta oficial de Twitter, el hijo de la reina Isabel II empezaba su declaración de la siguiente manera:

"Me ha quedado claro en los últimos días que las circunstancias relacionadas con mi relación anterior con Jeffrey Epstein han causado importantes problemas en el trabajo de mi familia y en la valiosa labor que se lleva a cabo en las muchas fundaciones y ONG que estoy orgulloso de apoyar. Por lo tanto, he pedido a Su Majestad poder alejarme de los deberes públicos en el futuro y ella me ha dado su permiso”.

"Sigo lamentando mi asociación mal juzgada con Jeffrey Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, especialmente para sus víctimas, y simpatizo profundamente con todos los que se han visto afectados y quieren de alguna forma zanjar esto. Solo me queda esperar que, con el tiempo, puedan reconstruir sus vidas. Por supuesto, estoy dispuesto a colaborar con las autoridades en su investigación, si fuera necesario".

Este comunicado aparece horas después de que la prensa británica estuviera especulando con la posibilidad de que el príncipe realizara una segunda entrevista tras el tsunami provocado por la primera.

Segundas partes

Después de que la edición estadounidense de 'Vanity Fair' publicara, citando fuentes cercanas a la Casa Real, que el príncipe Andrés se estaría planteando hacer una nueva entrevista para enmendar el desastre que ha provocado la emitida por la BBC, en Buckingham Palace manifestaban que no les constaba que fuera a ser así. De hecho, el comunicado da por zanjada cualquier oportunidad de rectificar. "Hay rumores circulando sobre que Andrés querría hacer una nueva entrevista. Quiere tener la oportunidad de decir las cosas que se dejó sin decir. 'Newsnight' le dio la oportunidad de mostrar algún arrepentimiento. Le preguntaron si había algo más que querría decir, pero no lo hizo", manifestaban algunas fuentes.

Aunque parece ser que habría contado con el beneplácito de su madre para la entrevista emitida este fin de semana, parece ser que la reina no estaba de acuerdo con este segundo movimiento, que habría podido situarle una vez más en el disparadero, algo que se confirma con las últimas noticias.

Los últimos pasos dados por el príncipe ya le hacían desaparecer de la escena pública: canceló el compromiso que aparecía en su agenda para este martes, acudir a las localidades de Fishlake y Stainforth, afectadas por unas severas riadas, para mostrarles su apoyo y agradecer su trabajo a los servicios de emergencia.

La versión oficial de Buckingham es que "con una campaña electoral y un político que también va a hacer esta visita, no era apropiado que se mantuviera la suya". La oficiosa es que reaparecer en público ante la siempre exigente y nada complaciente prensa británica en este momento tan delicado no parecía lo más idóneo.

Las redes siguen ardiendo en estos días contra el ahora caído en desgracia duque de York y algunos medios se plantean si llevará al altar a su hija Beatriz en su boda con Edo Mapelli, que se celebrará el próximo año, pero para la que todavía no hay fijada una fecha. Habrá que esperar si entonces la imagen del príncipe Andrés está rehabilitada o por el contrario se ha hundido aún más.