La reina Letizia se va al Rocío: las tres veces que lo pisó la reina Sofía y su desparpajo

Este viernes, 14 de febrero, está marcado en rojo para los rocieros. En el marco de una jornada de lo más intensa en las provincias de Huelva y Cádiz, los reyes Felipe y Letizia tienen una cita con la Virgen del Rocío, tras aceptar la invitación que la Hermandad Matriz les enviaba a finales del pasado año, con motivo del año jubilar mariano y del centenario de la concesión del título de Real por Alfonso XIII, en 1920. Lo harán en la iglesia de la Asunción de Almonte, 14 años después de su primera visita, un encuentro que favorecía la estrecha relación de la familia real con la llamada Blanca Paloma.

Y si ha habido una figura de la familia real involucrada con la Virgen y sus más devotos ha sido la reina Sofía, quien ha pisado la aldea de El Rocío hasta en tres ocasiones, dos de ellas como peregrina. La primera visita se produjo en 1972, cuando aún era Princesa de España. La hoy Reina emérita participó en la romería junto a las hermandades de Jerez y de Sanlúcar, realizando un trayecto del camino a pie y llegando a la ermita con la hermandad de Triana. Allí fue nombrada camarera de honor de la Virgen y hermana mayor de la cofradía, un título que también se le concedió al rey Juan Carlos -entonces Príncipe de España-, a pesar de que no se unió a su esposa en la cita.

Tuvieron que pasar doce años para volver a ver a la reina Sofía ataviada con su traje de gitana, pendientes, flores y los complementos característicos del atuendo. En 1984 vive un Rocío mucho más completo, participando en todos los actos, incluido el conocido como 'salto a la reja' y llegando a la aldea a caballo, con la vara de hermana mayor de la Hermandad Matriz bien visible. Lo hacía, además, acompañada de sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina, quienes también juraron como hermanas honorarias de la cofradía y que, como su madre, iban ataviadas con el característico vestido de volantes. La anécdota de la jornada fue el recibimiento que un grupo de romeros les hicieron, cantándoles una sevillana que decía: "Si te digo guapa, qué tiene que ver; el rey don Juan Carlos lo ha de comprender".

La última visita de la reina Sofía a la Virgen del Rocío tuvo lugar en 1992 y ya, esta vez sí, acompañada del rey Juan Carlos. No fue con motivo de la romería, como había sucedido en ocasiones anteriores, sino por la clausura del Congreso Mariano y Mariológico, al que los entonces soberanos fueron acompañados de la condesa de Barcelona, María de las Mercedes, devota de la Virgen. Era la primera visita oficial de un monarca en la historia de la hermandad, por lo que fue especialmente significativa, ya que además don Juan Carlos aprovechó para hacer el juramento de su nombramiento como hermano mayor, que se le había concedido dos décadas antes.