Meghan Markle y Harry, obligados a echar el freno: la prohibición de la reina Isabel

Parece que los planes que tenían el príncipe Harry y Meghan Markle empiezan a encontrar algún que otro impedimento. Y además, llega por parte de la que se puede considerar la voz más acreditada para echar el freno a sus intenciones, la de la reina Isabel II. Estaba previsto que lanzaran su fundación la próxima primavera, sin que hubiera una fecha concreta, pero es muy posible que tengan que retrasar un poco el gran estreno del que iba a ser su gran plan solidario, la Sussex Royal, la Fundación del Duque y la Duquesa de Sussex. Una organización que, además de caritativa, parece que les puede reportar grandes beneficios económicos.

El obstáculo con el que ahora se encuentra la pareja es que podrían tener que dejar de utilizar el 'royal' que ahora incluye su marca, según informa el 'Daily Mail' en exclusiva. Al parecer, la reina Isabel y altos funcionarios del Gobierno han acordado que Meghan y Harry ya no pueden mantener esta descripción en su marca, dado que en breve dejarán de pertenecer a la Casa Real, así que no pueden utilizar el calificativo de 'real' para fines comerciales, algo en lo que los Sussex ya estarían trabajando para cumplir la petición, que no obedece a un capricho de la reina Isabel, sino a las leyes británicas.

La palabra 'royal' atrae, por lo que desde hace muchos años existen reglas muy estrictas que rigen su utilización. Así, aunque el príncipe Harry y Meghan Markle no fueran despojados de su condición real de forma individual, estamos hablando de una empresa, que tiene que ceñirse a lo que dice la ley para poder utilizar el 'royal' en su nombre. Y no parece que la reina Isabel vaya a otorgarles ningún trato de favor, dado su carácter y su profundo sentido del deber para con la Corona, que siempre va por delante de intereses personales y lazos familiares.

El cambio de nombre no sería una tarea precisamente fácil, ya que Sussex Royal está desde en su perfil de Instagram, en el que tienen más de 11 millones de seguidores, hasta su página web, que lanzaban a la vez que su anuncio de retirarse de la vida institucional y en la que se gastaron miles de libras. Además de haber registrado numerosos objetos de merchandising, como cuadernos o pañuelos, aunque eso último no con carácter comercial, sino para evitar que la marca sea utilizada por otros. Eso sí, igual que se otorga una especie de carta blanca temporal para que los fabricantes de recuerdos utilicen el nombre de la Casa Real para vender souvenirs de los grandes acontecimientos, se entiende que la pareja tendrá tiempo suficiente para realizar todas las gestiones antes de lanzar la fundación de forma oficial.