El duque de Edimburgo cumple 99 años: repasamos sus salidas de tono más sonadas

Los Windsor están de celebración esta semana, aunque va a ser de lo más atípica. Por un lado, el desfile militar con el que se conmemora de forma oficial el cumpleaños de la reina Isabel, previsto para este sábado y que es una de las grandes citas anuales de la familia real. Pero el coronavirus ha hecho que se celebre de forma muy reducida dentro de los terrenos de Windsor, donde la monarca está confinada. Por otro, el cumpleaños del duque de Edimburgo, que llega este miércoles a los 99 años. Todo un logro para cualquier persona, pero especialmente para él, dados los problemas de salud que ha tenido últimamente.

Y esta fecha sí que se va a celebrar de forma atípica, también por la pandemia, dado que por primera vez en muchos años, el príncipe Felipe e Isabel II estarán juntos y podrán disfrutar juntos de un almuerzo. Y es que, desde que se retirara de sus funciones institucionales, el duque de Edimburgo ha permanecido en Sandringham, donde vive la mayor parte del año y de donde sale para ocasiones más que puntuales. Por eso, Bukingham ha decidido distribuir una foto igual de atípica para conmemorar la fecha. Se trata de una fotografía de la reina Isabel y el príncipe Felipe, juntos en los jardines de Windsor. Una imagen simbólica y bastante inusual que refleja muy bien la situación actual del matrimonio.

Desde su retiro, el duque de Edimburgo ha protagonizado muchos menos titulares, dada su escasa visibilidad. A excepción del accidente de tráfico que tuvo en enero del pasado año, la tranquilidad es la tónica de su vida lejos de Buckingham. Pero, al igual que no fueron fáciles sus primeros años de vida ni su juventud, tampoco lo ha sido su matrimonio con la reina Isabel, en el que la corona ha pesado, y mucho, interponiéndose entre ellos y con la resignación -en ocasiones, a regañadientes- del príncipe. Unos conflictos que se han reflejado en su personalidad y en algunos comportamiento en público un tanto cuestionables que ha tenido en estas décadas como consorte.

En Vanitatis hemos querido hacer un repaso a algunas de estas salidas de tono, algunas de lo más sonadas.

1. Perdiendo la paciencia con los fotógrafos

Es la anécdota más reciente. En 2015, durante un acto para celebrar el aniversario de la Batalla de Inglaterra, se le pidió a Felipe que posara con los asistentes, entre los que también estaban el príncipe Guillermo, el príncipe Eduardo o Sophie de Wessex. El fotógrafo tardó unos minutos en sacar la imagen, lo que provocó que el duque perdiera los nervios. "Saca ya la jodida foto", le dijo señalando amenazante con el dedo índice.

2. Su relación con la prensa

La situación que les hemos contado anteriormente no ha sido la única en la que el duque de Edimburgo ha dejado claro que la presencia de periodistas no le agrada del todo. En un viaje oficial al Caribe, charló unos minutos con una enfermera, a la que dijo: "Vosotros tenéis mosquitos, yo tengo a la prensa".

3. Recuerdos familiares

En una ocasión, la prensa le preguntó si tenía pensado visitar la Unión Soviética. Él respondió: "Me encantaría ir a Rusia, a pesar de que esos bastardos mataron a la mitad de mi familia".

4. Los cantantes, su obsesión

Madonna fue la escogida para interpretar la canción 'Die another day', de la película de James Bond. Cuando se enteró en un evento público, el duque de Edimburgo preguntó: "¿Necesitaremos tapones para los oídos?". Pero no ha sido su única víctima musical. En uno de los encuentros que mantuvo con el cantante Elton John, no dudó en preguntarle: "¿Usted es el dueño de ese horrible coche?", refiriéndose a su Aston Martin dorado. Y a Tom Jones, otra de las 'vacas sagradas' británicas, le preguntó si había hecho gárgaras con guijarros.

5. Misógino

El duque de Edimburgo se encontró en un acto con una abogada y le espetó en la cara que él creía que "las mujeres no pueden dedicarse a trabajos relacionados con las leyes", además de decir, también en público en otra ocasión, que las mujeres británicas no sabían cocinar.

6. Denigrando el arte étnico

En una visita que realizó a Etiopía, Isabel II y su marido visitaron una exposición de arte primitivo. Al duque no le gustó demasiado lo que allí se exhibía y no dudó en decirlo en alto, asegurando que lo que allí estaba expuesto "parece la típica manualidad que traería mi hija de la escuela de sus clases de arte". Por aquel entonces, la princesa Ana tenía solo 4 años.

7. Bromas de mal gusto

En otra visita oficial, esta vez a Kenia, no dudó en preguntarle a una mujer que lo recibía con un regalo: "Eres una mujer, ¿no?". Y en Escocia, le preguntó a un profesor de conducción cómo lo hacía para "mantener a los nativos lejos del alcohol lo suficiente como para pasar la prueba".

8. Maniático

Durante una visita de Estado a Australia, la reina y el duque visitaron un zoo y se les presentó un koala para que lo acariciaran. Mientras Isabel hizo lo que se le pedía y posó para los fotógrafos, su marido se limitó a asegurar: "Yo no lo toco que me puede transmitir una enfermedad".

9. Poco tacto

"¿Sordos? Si estáis aquí, ya me imagino por qué estáis sordos", les dijo a un grupo de niños sordos que estaban al lado de una orquesta de tambores en el Caribe. Tampoco dudó en preguntarle a una mujer que se desplazaba en silla de ruedas: "¿Suelen tropezarse contigo?".

10. El niño astronauta

A sus 13 años, el joven Andrew Adams soñaba con ser astronauta y así se lo contó a la reina y a su marido en un acto. El duque le dijo: "Deberías perder peso para ser astronauta".