El 'bajón' de la reina Isabel II: el confinamiento le pasa factura
El experto real y biógrafo Phil Dampier ha asegurado que la reina se siente extremadamente infeliz y ha explicado los motivos
Desde que la pandemia de coronavirus asolara el planeta, la reina Isabel II se ha visto obligada a permanecer confinada en el castillo de Windsor junto a su esposo, el duque de Edimburgo. AMbos, debido a su edad, son grupo de riesgo y su salud preocupa por encima de todo.
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La reina cuenta con todas las comodidades y atenciones necesarias para pasar este tiempo de aislamiento de la mejor manera posible. A pesar de ello y de que mantiene el contacto con todos sus familiares a través de videollamadas, el experto real y biógrafo Phil Dampier está convencido de que a Isabel II le está pasando factura la situación.
Según ha explicado en una entrevista en 'The Express', Dampier dice que está seguro de que la reina "se siente extremadamente infeliz por esta situación, aunque obviamente no tiene otra opción". El motivo es que él es conocedor de la gran necesidad que tiene Isabel II de ser vista. La reina es consciente de que para ser considerada una figura relevante y fuerte, la visibilidad es fundamental. Dampier cree que la reina no considera que permanecer aislada y escondida sea bueno para su imagen.
Ya el 5 de abril, Isabel II quiso dar un paso al frente y pronunció un discurso histórico, dirigiéndose a la nación con palabras de aliento. Después, tan solo ha protagonizado una salida pública; fue el 13 de junio, cuando celebró su 94 cumpleaños con una ceremonia militar en los jardines del castillo de Windsor.
Pero la paciencia de Isabel II se está acabando y aunque sabe que su hijo y el núcleo fuerte de la familia representarán a la perfección a la Corona, está deseando ser ella misma quien dé visibilidad a ciertos actos y recuperar su posición.
Desde que la pandemia de coronavirus asolara el planeta, la reina Isabel II se ha visto obligada a permanecer confinada en el castillo de Windsor junto a su esposo, el duque de Edimburgo. AMbos, debido a su edad, son grupo de riesgo y su salud preocupa por encima de todo.