En Cádiz y con los Carmona: las primeras vacaciones de Simoneta sin la infanta Pilar

Ha sido un año especialmente convulso para los Gómez-Acebo. Este 2020 empezaba con la peor de las noticias, el fallecimiento de la infanta Pilar, quien hacía honor a su nombre, uniendo y sirviendo de apoyo a sus cinco hijos. A la pandemia se ha unido la salida al mercado de las propiedades que más valoraban los hijos de la duquesa de Badajoz, la residencia de Puerta de Hierro, en la que aún vive Fernando, el pequeño de los hermanos, y la casa familiar de Mallorca, donde tan buenos veranos han pasado y tantos cumpleaños se han celebrado de la infanta Pilar, quien precisamente este jueves hubiera llegado a los 84 años.

Pero la vida sigue, y si hace solo unos días les mostrábamos en exclusiva cómo Fernando parecía haber recuperado la ilusión junto a una nueva pareja, ahora es su hermana mayor, Simoneta, la que supera el fallecimiento de su madre, a la que estaba especialmente unida, a golpe de amigos y buena compañía. Y no ha dudado en aceptar la invitación de Antonio Carmona y Mariola Orellana, íntimos amigos desde hace años, para que pasara unos días con ellos en la casa que la pareja tiene en la costa gaditana.

Allí disfrutó de unos días en los que no faltaron las fiestas flamencas y las jornadas de playa. Aunque lo cierto es que el tiempo no acompañó demasiado a su escapada, ya que durante varios días hizo un fuerte viento de levante, que muchas veces hace que sea imposible pisar la arena, como saben bien los asiduos a la Costa de la Luz. Pero a la casa de los Carmona-Orellana no le faltan ni comodidades ni piscina, por lo que la ausencia de playa no se llevó mal. Finalmente, después de unos días en la zona, Simoneta puedo salir y pasar unas horas frente al mar, justo un día antes de poner de nuevo rumbo a casa.

Allí la vimos, junto a un grupo de amigas, luciendo figura con un bañador negro tipo palabra de honor, para que no se le quedara ninguna marca durante sus horas al sol. No cabe duda de que la buena compañía es una de las mejores terapias y pudimos verla riendo en muchas ocasiones, en una imagen lógicamente muy distinta a la que presentaba tras el fallecimiento de doña Pilar, cuando además ella misma tuvo que ser ingresada poco después por unos problemas respiratorios que pasó por alto para poder atender a su madre en los últimos días de vida.

Aunque el viento dio tregua para que Simoneta tuviera su correspondiente ración de playa junto a sus amigas, tampoco se lo puso del todo fácil a la sobrina mayor del rey Juan Carlos, que tuvo más de un problema para poder cerrar la sombrilla. Un incidente que se tomó con mucho humor y que sirvió de broma en el grupo, antes de despedirse de las playas de Cádiz para volver a casa.