El verano 'secreto' de Pablo Urdangarin jugando en Barcelona (y su futuro)
El segundo hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha entrenado en verano en el Barça sin ficha y ahora está en conversaciones con el Esplugues, el club en el que jugaba de niño
Después de pasar por varios clubes, Pablo Urdangarin tiene ganas de volver a casa, a Barcelona. Y por eso está en conversaciones con el Club de Handbol Esplugues, equipo en el que jugaba antes de irse a vivir a Ginebra y donde querría volver a jugar esta temporada. “No hay nada oficial ni nada concreto”, nos dicen desde el club, “solo hemos hablado y hemos mirado las posibilidades, nos han dicho que él quiere volver y tenemos que verlo”.
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Para conseguir su objetivo, el segundo hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha pasado el verano entrenando en el Barça, pero sin ficha, solo para mantener la forma. “Pablo quiere volver a vivir en Barcelona y ha estado trabajando para lograrlo, no jugará en el Barça pero sí en un club cercano”, nos dice una fuente del entorno familiar.
“El Esplugues, donde jugó antes de irse, tiene equipo sénior en categoría nacional, tercera división, que se ajusta a la situación de Pablo a la perfección”, nos comenta un experto en balonmano que conoce muy bien a Pablo y a su padre. Pero añade: “De momento, Pablo no ha alcanzado nivel suficiente para jugar en la Asobal [liga profesional de balonmano], si fuera así no habría dejado el Nantes”.
Su equipo de la infancia
La carrera de Pablo empezó desde niño, como la de su padre. De formar parte del equipo de balonmano del Liceo Francés pasó al Esplugues, donde entrenó los años que vivió en Barcelona. Pero la mudanza al extranjero truncó su participación en el club, aunque no sus entrenamientos, que siguió en la ciudad suiza. Cuando tuvo edad para profesionalizarse, lo hizo, y se fue a Alemania, donde militó durante una temporada en el TSV Hannover-Burgdorf, hasta que fichó por el HBC Nantes, un potente club de la liga francesa cuyo primer y segundo equipo están en manos de españoles, colegas y amigos de Iñaki Urdangarin.
La oportunidad fue enorme, pero el coronavirus truncó la temporada y Pablo quedó fuera. No llegó a cumplir un año en el equipo. Así que en verano se trasladó a Barcelona, donde vive su tía Ana, con cuyos hijos tiene una relación casi de hermanos.
Tras pasar la pretemporada entrenando en el Barça, el joven se ha puesto las pilas para encontrar equipo en la zona. La liga no ha empezado y falta todavía algún tiempo, así que desde la Federació Catalana d'Handbol nos advierten de que las fichas de los jugadores no están todavía listas y que pueden pasar semanas hasta que sepamos quién juega en cada equipo. La intención de Pablo Urdangarin es volver a casa en toda regla: vivir en Barcelona y jugar en el Esplugues. Veremos si finalmente lo consigue.
Verano intenso
El nieto de Juan Carlos I ha pasado un verano más intenso de lo que se sabía. Después de estar unos días con su familia en Bidart, donde lo vimos pasear por la playa con su madre y sus hermanos, el joven se trasladó a Barcelona para ponerse las pilas. Además, fue noticia por motivos muy distintos a principios de verano, cuando la prestigiosa publicación 'Point de Vue' le incluyó en un artículo en el que reunía a los nuevos solteros y solteras a los que no quitar el ojo. Bajo el título "¿Quiénes son los solteros más destacados de la élite?", el reportaje incluía a otros miembros jóvenes de la alta sociedad como Alexandre d'Arenberg, la princesa Louise d’Orléans o Maria Francisca de Portugal.
Si logra su objetivo y vuelve a Barcelona como jugador de balonmano, algo que parece muy bien encarrilado, tendremos noticias de Pablo mucho más a menudo que hasta ahora. Así, pasará de ser el sobrino de Felipe VI más desconocido a ser uno de los más cercanos. Porque, además, podrá visitar a su padre en prisión con más frecuencia que hasta la fecha. Algo que ayudará al exduque de Palma en su estancia en Brieva, que será más larga de lo que él querría después de que la Fiscalía haya anunciado que se opone de momento a que pueda disfrutar del tercer grado que le otorgó el juez.
Después de pasar por varios clubes, Pablo Urdangarin tiene ganas de volver a casa, a Barcelona. Y por eso está en conversaciones con el Club de Handbol Esplugues, equipo en el que jugaba antes de irse a vivir a Ginebra y donde querría volver a jugar esta temporada. “No hay nada oficial ni nada concreto”, nos dicen desde el club, “solo hemos hablado y hemos mirado las posibilidades, nos han dicho que él quiere volver y tenemos que verlo”.