La última hora sobre Harald de Noruega: operado con éxito y en cuidados intensivos

El rey Harald de Noruega ha sido operado a primera hora de este viernes con un resultado más que satisfactorio. Así lo han comunicado tanto la Casa Real como el equipo médico encargado la operación, encabezado por Bjorn Bendz, el doctor que se ocupa de la salud del monarca desde hace décadas. Tras la intervención, ha sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos, donde permanecerá en observación un tiempo prudencial. Su estancia en el hospital se estima entre dos y tres días, que es lo habitual para pacientes con el mismo cuadro médico. Lo que sí se va a alargar, y bastante, es su baja por enfermedad. Tal como anuncia la propia Casa Real, se espera que dure hasta el próximo 31 de octubre, con posibilidades de que se alargue, dependiendo de su evolución.

El monarca ha sido intervenido para reemplazarle la válvula aórtica, de cara a solucionarle los problemas respiratorios que lleva sufriendo un tiempo y que lo llevaron al hospital hace dos semanas. Es una válvula que ya se le sustituyó en 2005 por una artificial, fabricada con material biológico. Según avanzaba este jueves la Casa Real, este tipo de válvulas suelen tener una vida útil de entre 10 y 15 años, por lo que no es raro que tengan que ser sustituidas al cabo de ese tiempo. Matizaban, además, que era una operación sencilla, que se realiza con mucha frecuencia en el departamento de cardiología del Hospital Nacional de Oslo. Para transmitir aún más tranquilidad, también informaban de que, a diferencia de la cirugía de 2005, el rey Harald estaría despierto, ya que se le aplicaría anestesia local.

La operación, según la información facilitada por los médicos, ha sido realizada en un quirófano híbrido, es decir, una una sala quirúrgica equipada con dispositivos avanzados de formación de imagen médica. Una opción que permite una cirugía mínimamente invasiva y mucho menos traumática para el paciente que se encuentra en la mesa de operaciones. Antes de la intervención en sí, se le ha colocado un marcapasos temporal; después, se ha implantado la válvula nueva a través de la arteria inguinal. Un método que ha permitido que estuviera despierto y cuyo proceso de recuperación es mucho más rápido que en otro tipo de operaciones a corazón abierto.

Con la tranquilidad de que la cirugía haya salido tan bien como estaba previsto, queda esperar ahora a la recuperación del rey Harald y ver si se solucionan los problemas respiratorios, motivo por el que ha pasado por el quirófano, después de que el equipo médico que lo ha estado observando tras su primer ingreso decidiera que era la mejor opción. Es la cuarta vez en diez meses que el monarca pasa por el hospital. Por eso, aunque tanto las palabras de la Casa Real como del Hospital han intentando transmitir tranquilidad, no se ha podido evitar que las alarmas sobre su estado de salud estén encendidas, especialmente por su avanzada edad y por los numerosos antecedentes que acumula en su historial médico.