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Tailandia, alta tensión: el rey, la reina, la consorte y los actores de una crisis histórica
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Tailandia, alta tensión: el rey, la reina, la consorte y los actores de una crisis histórica

Las manifestaciones en el país del sudeste asiático están poniendo a la institución monárquica en una situación sin precedentes

Foto: La familia real tailandesa, en el balcón del Palacio Real de Tailandia. (Getty)
La familia real tailandesa, en el balcón del Palacio Real de Tailandia. (Getty)

Pese a los esfuerzos del Gobierno, de la Policía y el Ejército tailandés por 'echar una mano' a la monarquía tailandesa (se ha decretado estado de emergencia hasta el 31 de octubre), las protestas siguen poniendo en serios aprietos a una institución que hasta ahora no se había apenas cuestionado, entre otras cosas, por una severísima ley de lesa majestad que puede llevar a la cárcel a cualquiera que ose cuestionar a la figura del rey o la monarquía, con penas que oscilan entre los tres y los quince años de cárcel.

Este fin de semana eran más de 10.000 personas las que se manifestaban en torno al Monumento de la Victoria de Bangkok, pese al decreto gubernamental que prohibía las reuniones de más cinco personas y a los graves riesgos que entrañaba este acto de valentía, que, lejor de ir a menos, está yendo a más. En un país con un enorme déficit democrático, se busca una nueva Constitución y unas reformas que limiten el poder de un todopoderoso rey que prácticamente vive en Alemania, y se ha pasado los últimos meses en Baviera, con un harén que algunos cuantificaban en 25 mujeres. Una situación que ha puesto también en entredicho al país europeo, al que algunos han acusado de darle un trato de favor por su enorme fortuna, especialmente en los momentos más duros del confinamiento.

El rey Rama X

A su vuelta a Tailandia, donde se espera que en esta ocasión la estancia sea bastante larga, habida cuenta de la delicada situación que atraviesa el país, vivió de primera mano la magnitud de las protestas cuando atravesaba la capital de su país acompañado por su mujer, la reina Suthida, y el príncipe heredero, camino del Palacio Real. Miles de personas le mostraron su desaprobación con el gesto de repulsa de saludar con tres dedos, que aparecía en 'Los juegos del hambre' y que alcanzó una enorme popularidad en 2014 cuando la gente de Tailandia se echó a las calles para protestar contra el golpe de Estado. Una imagen insólita que corrió como la pólvora en las redes sociales y que puede considerarse como una metáfora de la situación actual.

placeholder Los reyes de Tailandia, en un desfile militar. (EFE)
Los reyes de Tailandia, en un desfile militar. (EFE)

En la cúspide de la monarquía se encuentra el controvertido Rama X, pero hay todo un entramado de 'actores secundarios' que se han visto damnificados por sus arbitrarias decisiones o cuyos destinos están en sus manos. Cuatro años después de convertirse en rey, tras la muerte de su padre, el rey Bhumibol Adulyadej, que ocupó el trono durante 70 años, su figura está especialmente desgastada por su casi permanente residencia en Alemania, por la salida a la luz de detalles nada edificantes de su vida personal y sexual, y, sobre todo, por la delicadas situación que atraviesa un país muy dependiente del turismo y con un Gobierno excesivamente apoyado en el estamento militar y que contribuye a ocultar y a minimizar las veleidades de su monarca.

La reina Suthida

Nadie ha definido mejor el lugar que ocupa la actual reina en la monarquía tailandesa que el periodista Andrew MacGregor Marshall, uno de los mejores informados del mundo en esta cuestión, en declaraciones a Vanitatis: "Tailandia es básicamente una sociedad dominada por los hombres. Si miras al Parlamento o al Senado, casi todos lo son. Hay muy pocas mujeres. La reina Suthida es una antigua azafata de Thai Airways y sinceramente no creo que tenga mucho poder. Tiene que compartir su marido con al menos otras veinticinco mujeres. Creo que la eligió porque no iba a montar ningún escándalo por cuestiones como estas. Es algo muy triste, espero que cambie".

placeholder Los reyes de Tailandia, el pasado mes de octubre. (EFE)
Los reyes de Tailandia, el pasado mes de octubre. (EFE)

Un dato crucial para entender cómo es la relación entre la reina y su marido es que viven separados, él en un hotel en Baviera y ella en un hotel cercano a Zúrich, y sus encuentros en los últimos meses se han visto reducidos a las ocasiones en las que han viajado a Tailandia para asistir a algunos actos institucionales o ceremonias tradicionales en los que su ausencia hubiera sido demasiado llamativa.

El príncipe heredero

Uno de los problemas más serios que afronta el rey Rama X, quien en la actualidad tiene 68 años, es la sucesión. El príncipe heredero también vive en Alemania, pero tiene, al parecer, poco contacto con su padre. Según la prensa de ese país, estaría viviendo en una 'cárcel de oro', rodeado de 20 sirvientes dispuestos a cumplir cualquiera de sus deseos y necesidades, pero desprovisto del cariño y la atención familiar que requiere. Paralelamente, está recibiendo formación en el Waldorf School, en la localidad de Wolfratshausen, desde 2011 y se dice que habla un alemán perfecto con un ligero acento bávaro. Sin embargo, uno de los rumores que han ido cobrando fuerza en los últimos tiempos es que podría ser autista, lo que podría convertirse en un serio obstáculo para que pudiera reinar algún día como Rama XI.

"El único heredero es el hijo de su tercera mujer, que, en efecto, vive en Alemania. Creemos que es autista, pero no lo sabemos, porque Palacio nunca ha dicho nada al respecto. Por mis fuentes y los vídeos que he visto podría serlo o tener algún problema de desarrollo. Por eso cuesta verle como un posible sucesor. Esta es una de las grandes ironías de la monarquía tailandesa. El rey está intentando aglutinar todo el poder de una manera que no tiene precedentes", nos dice Andrew MacGregor Marshall.

La consorte

Se cumple este octubre un año de uno de los movimientos más sorprendentes de Rama X: la Casa Real tailandesa la que emitía un sorprendente e inesperado comunicado en el que anunciaba que se había desposeído del título de consorte del rey a Sineenat Wongvajirapakdi pocos meses después de este inhabitual nombramiento que había caído en desuso, no en vano no se utilizaba desde hacía casi cien años, lo cual era un signo inequívoco del lugar de privilegio que otorgaba a esta mujer que desde el pasado mes de agosto volvía a gozar de su favor.

placeholder La consorte del rey de Tailandia. (Reuters)
La consorte del rey de Tailandia. (Reuters)

En el mencionado comunicado del año pasado describía a Sineenat, de 34 años, como una mujer "ambiciosa" que quería actuar "en todos los sentidos igual que la reina", motivo por el cual caía en desgracia. Otras de las ofensas que se le atribuían eran "insubordinación al rey y a la reina", mostrar una gran "falta de gratitud" y generar descontento entre el personal de la Casa Real. La hasta ese momento consorte era desposeída entonces de su rango militar, de sus condecoraciones y su posición, pero nadie esperaba un giro de guion que parece inexplicable...

Era este verano cuando, una vez que salía de la cárcel, volaba hasta Baviera para incorporarse al harén del monarca y ha vuelto con él a Tailandia, donde se ha sometido a la reina Suthida a la humillación de tener que comparecer en público junto a su rival.

La reina madre

La reina Sirikit es una de las figuras más simbólicas de la monarquía y por quien el actual rey mantiene lo que parece un verdadero afecto. No en vano, viajó ex profeso desde Baviera para visitarla con motivo de su 88 cumpleaños. Fue ella la artífice de un auténtico lavado de imagen antes de su llegada al trono, ya que era de sobra conocida su vida disoluta y muchos no le veían como la persona idónea para suceder a su padre.

placeholder Rama X, con su madre el pasado mes de agosto. (Reuters)
Rama X, con su madre el pasado mes de agosto. (Reuters)

Fue la reina Sirikit, cuya salud en la actualidad es muy delicada, quien estuvo detrás de un viaje oficial de su hijo a Estados Unidos en 2003, con el fin de que diera la imagen de hombre que podía hacer frente a los desafíos del país en el que su padre, que subió al trono en 1946, era una figura reverenciada capaz de sobrevivir a diversos golpes de Estado. Considerado por muchos de los 65 millones de habitantes del país como una figura semidivina, también gozó de un enorme aprecio la reina madre, con quien tuvo un hijo y cuatro hijas, y algunos la llaman cariñosamente 'la madre de todos los tailandeses'. Por cierto, que el día de su cumpleaños es fiesta nacional.

Sus pretensiones de convertir a su hijo en una figura digna de su padre se vinieron al traste cuando en 2007 trascendió un vídeo doméstico en el que se veía al príncipe celebrando el cumpleaños de su caniche, con su mujer, Srirasmi, quien aparecía en tanga rodeada de su servicio. Una situación que puede considerarse un preludio de todas las excentricidades que han visto la luz en los últimos meses y que explica por qué las élites de Tailandia hacían lo imposible para que el monarca no se fijara en sus hijas.

Sus hijos repudiados

Chakriwat Vivacharawongse, de 36 años, es uno de los hijos repudiados de Rama X, que está haciendo frente a una enfermedad genética, neurofibromatosis, por la que está recibiendo un tratamiento de quimioterapia en la actualidad, como ha contado en estos días en sus redes sociales. Un elemento más de la difícil situación que vive la familia después de que en 1996 fuera expulsado de su país, Tailandia, junto a sus hermanos y su madre, Sujarinee Vivacharawongse, porque en aquel entonces el príncipe heredero Maha Vajiralongkorn, ahora Rama X, acusó a su mujer de adulterio.

Médico de profesión, al igual que sus hermanos, Juthavachara, que tiene en la actualidad 41 años; Vacharaesorn, de 39; Vatchrawee, de 35, y su hermana, Sirivannavari, de 33, crecieron entre palacio e internados en el Reino Unido, primero en Sunningdale y después en Pangbourne College, antes de ser enviados a Estados Unidos, donde viven al margen del devenir de su país y han quedado reducidos a la irrelevancia por parte de un padre ausente que nunca pareció preocuparse por ellos: "Nuestro padre nunca quiso o trató a nuestra madre como su mujer. Vivía en un estado de servidumbre y cada vez que encontraba a otra mujer nos echaba de la casa", asegura.

Apartado de la línea sucesoria, sin embargo, no quiere que su situación personal sea interpretada en clave política y en Vanitatis nos hemos puesto en contacto con él para interesarnos por su situación, pero ha rehusado hacer declaraciones.

El salto a la política de su hermana

En febrero de 2019 se cerró el salto a la política de Ubolratana Mahidol, la hermana del actual rey, quien quería optar al puesto de primer ministro en los comicios que se iban a celebar el 24 de marzo y que iban a ser las primeras después del golpe de Estado de 2014. Una opción que a Rama X le parecía "inaceptable", por lo que bloqueó su candidatura: "La participación de un miembro de alto rango de la familia real en la política, sea cual sea la forma, es algo que entra en conflicto con las tradiciones, costumbres y la cultura del país", manifestaba el monarca.

placeholder La hermana del rey de Tailandia. (EFE)
La hermana del rey de Tailandia. (EFE)

Aunque había renunciado al título real, no podía postularse al cargo, ya que contravenía el espíritu de la Constitución, que ahora los manifestantes están poniendo en cuestión. Incluso para el propio Rama X era demasiado que su hermana llegara a la otra cúspide del poder. En la actualidad, el primer ministro es Prayuth Chan-o-cha y, pese a la enorme presión de las protestas, se ha negado a dimitir de su cargo al que llegaba después de cinco años de junta militar. No hay que perder de vista que era el jefe del Ejército cuando tomó el poder en el mencionado golpe de Estado de 2014, que llevó al país a estar bajo las órdenes de una férrea junta militar durante cinco años hasta que tuvieron lugar estas elecciones que le devolvían a la senda democrática, aunque con las enormes carencias contra las que se está manifestando la población. ¿En qué acabará todo esto? Según Andrew MacGregor Marshall, no sería descartable un estallido de violencia contra la población, porque ya ha pasado en ocasiones anteriores y, además, cuentan con la connivencia de alguno de los países de su entorno.

Pese a los esfuerzos del Gobierno, de la Policía y el Ejército tailandés por 'echar una mano' a la monarquía tailandesa (se ha decretado estado de emergencia hasta el 31 de octubre), las protestas siguen poniendo en serios aprietos a una institución que hasta ahora no se había apenas cuestionado, entre otras cosas, por una severísima ley de lesa majestad que puede llevar a la cárcel a cualquiera que ose cuestionar a la figura del rey o la monarquía, con penas que oscilan entre los tres y los quince años de cárcel.

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