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Abrimos el joyero de la infanta Pilar: las valiosas e históricas piezas que se acaban de repartir sus hijos
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

Abrimos el joyero de la infanta Pilar: las valiosas e históricas piezas que se acaban de repartir sus hijos

Descendiente directa de las reinas españolas, doña Pilar atesoró un buen número de piezas de gran valor, tanto histórico como económico

Foto: La infanta Pilar. (Getty)
La infanta Pilar. (Getty)

Un año después de su muerte, la herencia de la infanta Pilar parece estar ya repartida entre sus cinco hijos. Los hermanos Gómez-Acebo han puesto a la venta la casa en la que la hermana de don Juan Carlos residía en Madrid, concretamente en Puerta de Hierro, y también la propiedad que la difunta duquesa de Badajoz tenía en Calvià, Mallorca. Asimismo, los objetos personales así como sus joyas se dividieron en cinco lotes, uno para cada hermano.

A pesar de que nunca representó a la familia real española, salvo en contadas excepciones como la investidura de Beatriz de Holanda o la asistencia a alguna cena de gala, la infanta podía presumir de un importante joyero. Descendiente directa de las reinas españolas, doña Pilar atesoró un buen número de piezas de gran valor, tanto histórico como económico. Ahora, esas alhajas han pasado a manos de sus hijos y serán ellos quienes decidan su futuro.

placeholder La infanta, con sus zafiros. (Gtres)
La infanta, con sus zafiros. (Gtres)

Quizás la joya más importante que poseía la duquesa de Badajoz es esta tiara realizada en platino, diamantes y zafiros. Una pieza que recibió de manos de su madre, la condesa de Barcelona, y que ella misma lució en numerosas ocasiones. Un diseño Belle Époque que perteneció a la dinastía Orleans que, según David Cuevas, experto en joyas y dueño de la joyería Molina y Cuevas, puede alcanzar los 200.000 euros.

Se desconoce quién de los hermanos ha heredado la tiara, aunque todos los ojos están puestos en Simoneta, la única hija de la infanta, aunque puestos en contacto con ella prefiere no dar detalles. La pieza guarda además un gran valor sentimental para la familia Gómez-Acebo, ya que fue la que eligieron Bárbara Cano y Laura Ponte para sus bodas con Bruno y Beltrán, respectivamente. Esta última decidió lucirla del revés, dándole un aire mucho más retro.

placeholder Laura Ponte, con la tiara. (Getty)
Laura Ponte, con la tiara. (Getty)

Aparte de la tiara de zafiros, la infanta Pilar también contaba con varias piezas con estas piedras, como un collar y pendientes. Fueron propiedad de la reina María Cristina de Habsburgo, y María de las Mercedes las recibió en 1935 de manos de su suegro, Alfonso XIII, con motivo de su boda con don Juan. Los condes de Barcelona se las entregaron a su primogénita en sus nupcias con Luis Gómez-Acebo. La duquesa de Badajoz, una mujer práctica, decidió utilizar solo uno de los zafiros a modo de pendentif, que llevaba siempre colgado de su collar de perlas favorito.

placeholder La infanta, con el pendentif de zafiros. (CP)
La infanta, con el pendentif de zafiros. (CP)

Un collar también con mucha historia formado por 25 perlas y cierre de brillantes, a juego con unos pendientes también de perlas, cuya primera dueña fue la reina Isabel II. Tras su muerte, pasaría a su hijo Alfonso XII y acabarían en el joyero de su segunda esposa, la reina María Cristina, terminando en manos de la condesa de Barcelona. María de las Mercedes se lo legó a su primogénita, quien lo llevó tanto en la boda del Príncipe de Asturias como en la de su hijo Beltrán y en la abdicación de don Juan Carlos. En la imagen inferior, aparte del collar y los pendientes de perlas, vemos un original broche que también perteneció a la condesa de Barcelona.

placeholder La infanta, en la boda de Beltrán Gómez-Acebo. (Getty)
La infanta, en la boda de Beltrán Gómez-Acebo. (Getty)

Pero la infanta no solo contaba con la tiara de zafiros. Tenía una pieza en su joyero que también podía ser utilizada como diadema, aunque ella siempre la lució como collar. Según varias fuentes, fue un regalo de bodas que recibió de su futuro marido, Luis Gómez-Acebo. Además, la duquesa solía lucir este conjunto con unos pendientes de esmeraldas que pertenecieron a Isabel II.

placeholder La infanta Pilar, con las esmeraldas. (Gtres)
La infanta Pilar, con las esmeraldas. (Gtres)

Mónica Martín Luque ha sido la única de la familia en lucirla en modo tiara en su boda con Fernando Gómez-Acebo, en 2004.

placeholder Mónica Martín Luque, luciendo las esmeraldas como tiara. (Gtres)
Mónica Martín Luque, luciendo las esmeraldas como tiara. (Gtres)

Entre las joyas encontramos también un valioso broche de esmeraldas a juego con unos pendientes que pertenecieron a Isabel II. Al fallecer la reina, las piezas salieron a subasta y fue la reina María Cristina la que se hizo con ellas, dejándoselas en herencia a su hijo Alfonso XIII. Este se lo regalaría a la condesa de Barcelona, su nuera, con motivo del nacimiento de don Juan Carlos.

placeholder Pilar, en la boda de su hijo Fernando. (Getty)
Pilar, en la boda de su hijo Fernando. (Getty)

Y por último, pero no menos importante, la duquesa de Badajoz recibió al cumplir 18 años un regalo muy especial. Un conjunto con motivos florales formado por un par de pendientes, broche y un reloj. En la imagen, vemos a Simoneta, la hija de la infanta Pilar, luciendo los pendientes.

placeholder Simoneta, con los pendientes de su madre. (Gtres)
Simoneta, con los pendientes de su madre. (Gtres)

Un año después de su muerte, la herencia de la infanta Pilar parece estar ya repartida entre sus cinco hijos. Los hermanos Gómez-Acebo han puesto a la venta la casa en la que la hermana de don Juan Carlos residía en Madrid, concretamente en Puerta de Hierro, y también la propiedad que la difunta duquesa de Badajoz tenía en Calvià, Mallorca. Asimismo, los objetos personales así como sus joyas se dividieron en cinco lotes, uno para cada hermano.

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