Letizia y más de 20 años de una carrera con final truncado: ¿qué habrían hecho otras en su lugar?
Tal día como hoy, hace 21 años, una joven y aún desconocida Letizia Ortiz recibía el premio Larra a la mejor periodista. Era el año 2000
Tal día como hoy, hace 21 años, una joven y aún desconocida Letizia Ortiz recibía el premio Larra a la mejor periodista. Era el año 2000, y en aquel momento todos los esfuerzos y todas las ilusiones de aquella presentadora de telediario estaban centrados en su prometedora carrera.
El premio era signo evidente de que Letizia iba bien encaminada y que estaba realizando un magnífico trabajo. Imposible imaginar entonces el vuelco que su vida daría años más tarde.
Las autoridades presentes en aquella ocasión fueron Pío Cabanillas, portavoz del Gobierno, y Juan Carlos Aparicio, ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Paloma Barrientos estuvo durante dos legislaturas de vocal en la Asociación de la Prensa. Estos premios, recuerda, “además de contar con un galardón honorífico, están pensados para destacar el periodismo joven, al profesional joven que en ese año haya sobresalido. El año que le dimos el premio a Letizia, su candidatura lo presentó Fernando González Urbaneja, que era el único que la conocía porque el premio Larra (que luego pasó a llamarse premio APM) al periodista joven suele darse, normalmente, a alguien que suele ser bastante desconocido”.
Paloma nos detalla cómo se produjo la votación: “Nosotros nos reuníamos en la APM e íbamos votando a los candidatos que se presentaban. El que menos votos tenía se eliminaba. Ana Blanco también se había presentado y se la eliminó bastante antes de que Letizia estuviera entre los 3 o los 4 últimos”.
El primer encuentro de Paloma Barrientos con la ahora Reina se produjo el día de la entrega del premio: “El día del premio, que siempre se daba el día de San Francisco de Sales durante una comida en el hotel Mindanao, llegó Letizia y fue mi primer encuentro con ella. Estaba muy contenta”.
"Tengo un vínculo con este premio porque resulta que me casé con una premio Larra. Aunque el mérito fue suyo, de la Princesa digo, que lo recibió cuatro años antes de la boda junto a otro joven periodista", aseguró 11 años después el hoy Rey de España, Felipe VI, en su discurso durante la entrega del mismo premio. Si a Letizia le hubieran dicho en el año 2000 que once años después el príncipe Felipe pronunciaría estas palabras, se habría reído con incredulidad.
Formada, con ambición y con ilusión, Letizia parecía tener claros sus pasos. Pero el príncipe Felipe se cruzó en su camino y todo cambió. Si a la hoy Reina le resultó fácil o no renunciar a su carrera para adentrarse en un mundo completamente ajeno a ella, por amor, solo ella lo sabe.
Hemos intentado que una presentadora, periodista y escritora destacada de nuestro país se ponga por un segundo en la piel de aquella Letizia periodista que se enamoró de un príncipe. ¿Qué habría hecho Marta Robles en una situación así?
Marta recuerda a Vanitatis que, justo un año después de que Letizia recogiera su premio Larra, ella escribió un libro en el que hablaba de las distintas circunstancias que pueden marcar la vida de una mujer: “Hace muchos años, en 2001, yo publiqué un libro que se llamaba ‘Las once caras de María Lisboa’, en el que la protagonista de once relatos era siempre una mujer que se llamaba María pero que en cada relato era de una manera, de un lugar y de otro. Al principio de ese libro, yo contaba que todas las mujeres somos iguales pero dependemos, como el resto de los mortales, de nuestras circunstancias, es decir, de dónde nacemos, de nuestras condiciones… Pero sobre todo, también, siendo mujeres, de quién nos enamoramos, porque creo que las mujeres vivimos el amor de una manera diferente a la de los hombres, quizás también por tradición y cultura, y somos más capaces de dejarlo todo por amor”.
Marta Robles reconoce que a ella le habría resultado difícil tomar una decisión así. A la escritora y periodista le resulta inconcebible: “Yo no me puedo poner en la tesitura de la reina Letizia, porque no se me ocurre ni se me pasa por la cabeza la posibilidad de que haya un amor en mi vida que me deje sin hacer todo aquello que para mí es parte de mi vida. Mi profesión es parte de mi vida hasta el punto de que desde que me levanto hasta que me acuesto soy tan periodista como escritora, como madre, como amiga… Con lo cual, no imagino que un amor pudiera cercenar una parte de mi vida fundamental. Si a mí me dijeran: 'Tienes que dejar de escribir por amor', pues me costaría muchísimo trabajo”.
Emma García, por el contrario, cree que el amor siempre gana: "Yo creo en el amor, apuesto por ello, pero si te obliga a renunciar a tu pasión de por vida y tratándose de un 'amor real', me habría costado muchos días y noches de debate interno. Al final, habría dejado de pensar y habría empezado a sentir, y si el corazón lo tiene claro, gana el amor. Con los años, la reina Letizia ha sabido compaginar sus dos pasiones, familia y trabajo, y lo ha conseguido”.
Paloma Barrientos afirma que Letizia se resistía, al principio de su relación con Felipe, a abandonar el periodismo, y que de algún modo albergaba la esperanza de que podría seguir dedicándose a ello: “Estoy segura de que la decisión de renunciar a su carrera le debió resultar de lo más difícil, porque recuerdo que en su primera aparición de la mano junto a Felipe, una de las preguntas que se le hizo fue que si iba a seguir trabajando y ella dijo que sí, que le encantaría. Luego, tras la pedida en El Pardo, desde lejos le volvimos a preguntar si iba a seguir trabajando. Ella sonrió y dijo que le gustaría. Pero lo cierto es que era absolutamente incompatible”.
Robles reconoce el esfuerzo de adaptación a un medio completamente desconocido, como es el de la realeza, que debe hacer alguien con la personalidad de una periodista como lo era Letizia. En este sentido, alaba el trabajo que la Reina ha hecho en estos años: “La situación de Letizia es muy paradigmática. Creo que ni ella misma imaginaba que podía ser un ejemplo del calibre que lo es, porque creo que ella se ha adaptado como un bicho palo a una circunstancia realmente compleja. Creo que independientemente de las filias y las fobias a Letizia, ella ha hecho un estupendo trabajo, que ha sabido mantenerse en la retaguardia cuando es complejo precisamente para las personas que estamos acostumbradas a querer vivir en primera línea de fuego, para enterarnos de todo, para poder contarlo”.
Por su parte, Paloma Barrientos piensa que hace mucho tiempo ya que Letizia dejó de tener mentalidad de periodista y que con los años ha sabido utilizar su experiencia en este campo para manejar ciertas situaciones en su condición de realeza: “El periodismo le sirve ahora para saber lo que tiene y lo que no tiene que decir en público, para escaparse en esas vacaciones privadas en las que nunca se les pilla y para usar los mecanismos de fuga que conocemos los periodistas”.
Tal día como hoy, hace 21 años, una joven y aún desconocida Letizia Ortiz recibía el premio Larra a la mejor periodista. Era el año 2000, y en aquel momento todos los esfuerzos y todas las ilusiones de aquella presentadora de telediario estaban centrados en su prometedora carrera.