Matilde de Bélgica, como una diosa griega en Atenas: vestido de gala modificado y agotado

Dos días después de asistir a la confirmación de la princesa Isabella de Dinamarca, la reina Matilde daba comienzo, junto al rey Felipe, a su nuevo viaje de Estado a Grecia de tres días, repleto de actos oficiales… y también de elegantes looks. Nos fijamos en el primer vestido de gala de la reina, que tiene varias curiosidades destacables. Lo eligió para asistir al tradicional banquete en su honor que ofrecieron la presidenta Katerina Sakellaropoulou y Pavlos Kotsonis en el Palacio Presidencial de Atenas. No era noche de tiaras, pero sí de un estreno con el que rendía homenaje a sus anfitriones.

La reina, como es habitual en muchas de las visitas de Estado, se decantó por un creador local, el griego Christos Costarellos. El diseño era de estilo helénico precisamente, confeccionado en tul francés, en verde, con flores bordadas y ribetes dorados. Su precio es de 2.175 euros, aunque se encuentra agotado en la web de la firma. Todo parece indicar que fue especialmente preparado para Matilde por varios detalles.

Primero, el diseño original ha sido modificado para hacerlo algo más sobrio cerrándole un poco el pronunciado escote en uve del modelo original. Últimamente, este es uno de los trucos a los que recurren muchas reinas y princesas, como sucedió hace unos días con Sofía de Suecia y su vestido de Lars Wallin, al que también quitó una abertura… En segundo lugar, la esposa de Felipe de Bélgica quiso aportarle un toque aún más sobrio y elegante, y añadió una capita del mismo tejido, que tapaba los brazos con sutileza, seguramente confeccionada para la ocasión. El pelo recogido y unos espectaculares pendientes completaban este estilismo de gala modificado y agotado.

El rey belga, con un sobrio traje negro, tomó la palabra tras la bienvenida de rigor para pronunciar su discurso en el que habló de los valores de la democracia y de la antigua Grecia. “Si hoy estamos construyendo juntos este hermoso proyecto europeo en el que creemos firmemente es porque estamos unidos en torno a estos mismos valores. La reina y yo estamos profundamente emocionados de estar aquí no lejos de la Acrópolis, donde nacieron estos valores democráticos hace 2.500 años y donde hombres como Pericles enseñaron a los atenienses la fuerza y ​​la esperanza que podían sacar de su democracia y de una vida vivida de acuerdo con estos principios. En nuestro mundo, en el que los valores democráticos están siendo abusados ​​y están perdiendo terreno, ¿no deberíamos volver a la fuente y las raíces de nuestra civilización y cultura europeas para motivar a los jóvenes a hacerlas propias? ¿No deberíamos volver a la ‘paideia’, la cultura cuya vocación era formar al ser humano para que se convirtiera en un ciudadano responsable?”, dijo. Luego añadió que este viaje de Estado iba destinado a fortalecer lazos entre los dos países y a invertir en “proyectos de gran envergadura sobre seguridad energética y cambio climático, tan estrechamente vinculados”.

El día había comenzado para los soberanos belgas con su despedida en el aeropuerto de Melsbroek, donde tomaron un vuelo hacia Atenas. Matilde llevaba un colorido abrigo de estampado geométrico de Ammoun Esmeralda y unos llamativos pendientes en forma de flor de Carolina Herrera. Para su llegada a Atenas y el recibimiento oficial de la presidenta, la reina volvió a apostar por uno de sus vestidos preferidos, de Natan Couture, con tejido plisado y combinación de tonalidades en color block: fucsia y morado. En esta ocasión llevaba un tocado a juego de Fabienne Delvigne, salones nude y bolso rosa también repetido. Decimos que este es uno de sus diseños fetiche porque lo ha llevado en varias ocasiones y muy especiales. El pasado diciembre era el protagonista de la foto con la que celebraba su 22 aniversario de boda con Felipe de Bélgica, y unos meses antes ya lo había lucido para una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas en palacio.

En su primer día de visita de Estado en Grecia, después de realizar la consabida ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido y pasar revista a las tropas, el matrimonio real atendió diferentes actos por separado. La Reina tuvo la oportunidad de visitar la ONG La Sonrisa del Niño, que trabaja en cuatro áreas principales: atención de la salud infantil, lucha contra la pobreza infantil, protección de los niños contra la violencia y localización de niños desaparecidos. Además, lo hacen en estrecha colaboración con su organización socia belga Child Focus, de la cual Matilde es presidenta honoraria.⁣ Mientras tanto, su marido recibía la medalla de oro al mérito de la ciudad, de manos del alcalde de Atenas, Kostas Bakoyannis, y se reunía con el equipo de Gobierno. La cena de gala en el palacio presidencial fue la guinda a un día muy intenso. La visita se prolongará hasta el 4 de mayo.