La nueva vida de Lady Louise, la discreta nieta de Isabel II: de jardinera a universitaria

No tiene la presencia mediática de su primo, el príncipe Guillermo, ni el glamour Hollywoodiense del pelirrojo Harry. Por no tener, no tiene siquiera el seguimiento en la prensa de las hermanas York, pero Lady Lousie Windsor se ha colocado, sobre todo desde que cumplió el año pasado la mayoría de edad, en el punto de mira de los medios ingleses. Por su discreción, por su naturalidad y porque muchos la señalan como la nieta favorita de la reina Isabel II.

Estos días, la hija del príncipe Eduardo y Sophie de Wessex, estaba a la espera de conocer las clasificaciones obtenidas en los exámenes que le dan el acceso (o no) a la universidad. La nieta más joven de la soberana británica ha estado cursando estudios en la escuela privada de Ascot donde, según informa la prensa inglesa, habría obtenido unas notas que le permitirán estudiar en la Universidad de St Andrews en Escocia, donde, por cierto, también cursó sus estudios el duque de Cambridge. Guillermo empezó estudiando allí Historia del Arte aunque luego decidió cambiarla por la carrera de Geografía. También fue allí donde conoció a Kate. El palacio de Buckingham anunciaba a través de un comunicado: "Tras haber recibido hoy los resultados de sus A Levels, Lady Louise empezará a estudiar filología inglesa en la Universidad de Saint Andrews el próximo septiembre".

A pesar de que por sus venas corre sangre azul, como la del resto de Windsor, Lady Lousie sigue siendo uno d ellos miembros de la realeza británica menos ‘royal’. Mientras sus primos eligen pasar sus vacaciones de verano en algún destino exótico desconocido o apostando por la costa del sol española, ella ha ocupado las suyas trabajando en un centro de jardinería cobrando 8 euros la hora.

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Según publican diversos medios británicos, Lady Louise ha desempeñado un trabajo de media jornada mientras esperaba los resultados de sus exámenes y se planteaba su próximo futuro. También los diarios ingleses recogían las opiniones de algunos de los clientes que la calificaban como “educada y atenta”. Las labores de la nieta de Isabel II han sido podar y cuidar de las plantas, atender y orientar al público y cobrar cuando alguno encontraba finalmente lo que andaba buscando. Uno de los clientes describía su sorpresa al ver a una nieta de la reina en la caja registradora: “No podía creer que fuera Lady Louise, tuve que mirar dos veces. Es una joven realmente modesta y dulce, educada y atenta con los clientes. Parecía estar encantada con el trabajo”, comentaba en declaraciones a ‘The Sun’.

Ante todo, discreción

La imagen reservada y prudente de Lady Louise le viene de cuna. Así lo quisieron sus padres, quienes, con el fin de alejarla del ojo mediático, decidieron que no tuviera ningún título real. Sin embargo, se convirtió en noticia prácticamente desde su nacimiento, no solo por ser miembro de la casa real inglesa, sino por las duras circunstancias que rodearon su llegada al mundo. Su madre, la condesa de Wessex, tuvo un parto prematuro que se adelantó 3 semanas. Sufrió un desprendimiento de placenta, lo que obligó a que se le practicara una cesárea de urgencia. Las consecuencias fueron nefastas tanto para ella como para la pequeña Lady Louise. La vida de la esposa del príncipe Eduardo peligró debido a la cantidad de sangre que perdió. La salud de su hija también se mantuvo muy delicada durante 3 semanas hasta que el 23 de noviembre del 2003 Lady Louise recibió el alta. Pero el parto prematuro le dejó secuelas. Le detectaron exotropía, un trastorno ocular conocido comúnmente como estrabismo, que condicionó toda su infancia. Fue operada con 3 años, sin demasiado éxito y volvió a pasar por quirófano en 2014. Afortunadamente, esta vez la operación a la que fue sometida funcionó y ya no sufre los problemas oculares con los que padeció.

Su primer momento estelar llegó cuando ejerció de dama de honor en la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton. La imagen junto al príncipe Harry en una carroza fue una de las más simpáticas de aquel día.

El vínculo que mantiene con Isabel II es muy estrecho, y más aún lo era el que mantuvo con su desaparecido esposo. Dicen que ella era su nieta favorita. Fue la primera de sus descendientes que llevó su apellido, Mountbatten-Windsor, cuando renunció a los títulos reales. Además, entre sus nombres, está el de Alicia, el mismo de la madre del duque de Edimburgo. Además, la joven heredó el gusto por la afición que más apasionaba a su abuelo, la de conducir coches de caballos. Juntos practicaron este deporte que hoy Louise, gracias a su abuelo, domina con gran destreza

A pesar de que continúa manteniendo un perfil bajo (tampoco tiene redes sociales), su presencia en actos públicos es cada vez más constante. Así ocurrió en septiembre de 2020, cuando decidió acompañar a sus padres en el World Clean Up Day; en julio 2021 cuando asistió al Royal Windsor Horse Show, o más recientemente en las celebraciones del Jubileo de Platino de su abuela y los Juegos de la Commonwealth acompañando a sus padres y su hermano menor.