La estrecha relación del nuevo bolso menorquín de Letizia con la herencia que le dejó Balada

"No podemos estar más ilusionadas", nos cuenta Yola Febrer, creadora y directora creativa Ansa per Ansa cuando le preguntamos acerca de la elección de doña Letizia el pasado sábado. Para asistir a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, que tuvo Granada como escenario, la Reina eligió un look completo de estreno, formado por falda estampada del sevillano José Hidalgo, unos pendientes de Pabery y un bolso de la firma menorquina Ansa per Ansa. Un diseño fucsia realizado en piel de charol laminada en coco.

Aunque todo el look recibió excelentes críticas, lo que más llamó la atención fue el bolso, que tiene una curiosa historia detrás, ya que está directamente relacionado con la fundación Hesperia, creada por don Felipe y doña Letizia gracias a la herencia que recibieron del menorquín Juan Ignacio Balada Llabrés. El patrimonio del difunto contaba con casas, pisos, garajes, un pequeño palacete y hasta la histórica farmacia Llabrés, ubicada en el centro de Ciutadella, en Menorca, y que fue reformada recientemente para recibir visitas y cuyas ganancias van destinadas a la Fundación para las Personas Discapacitadas de la Isla de Menorca (FPDIM).

Resulta que justo al lado de la farmacia Llabrés se encuentra un local que también pertenece a la fundación Hesperia y que fue reformado para convertirlo en el flagship de Ansa per Ansa, en Ses Voltes. Fue un proceso complicado, pero Yola Febrer pudo conseguir alquilar dos de las plantas de ese local por 20 años a la fundación Hesperia, de la que los Reyes son los presidentes. De ahí que, cuando el pasado mes de febrero visitaron la farmacia para ver su remodelación, la dueña de la firma hiciera todo lo posible por conseguir que Sus Majestades también contemplaran el cambio que había hecho a la tienda. Y así lo hicieron.

Como cuenta Yola Febrer a Vanitatis, los Reyes conocieron todos los rincones de Ansa per Ansa, incluido el atelier que se encuentra en la planta baja y en el que las clientas pueden personalizar sus bolsos a su antojo. Así nos lo narra la orgullosa dueña, que resalta que don Felipe y doña Letizia quedaron encantados con la visita.

La ilusión fue lo que llevó a Yola Febrer en 2010 a empezar esta aventura. Aunque trabajaba en banca y estaba feliz, siempre había tenido una vena muy creativa, pero por circunstancias personales no estudió diseño. Para las fiestas de San Juan de ese año hizo ella misma unos capazos adornados para sus hijos, y al verlos la gente empezó a hacerle encargos. Yola lo hacía todo a mano ella sola, con tejidos de algodón, liberty, rayas y topos, compaginando su trabajo en el banco con esta 'afición'.

Sin embargo, al pasar un año se dio cuenta de que había ya hecho cuatrocientos capazos, por lo que intuyó que aquello podía convertirse en un negocio de éxito. Fue entonces cuando contrató a Martina, de la que habla con mucho cariño, y que cosía todos los pedidos. La empresa fue tomando fuerza y en 2016 Yola decidió dejar la banca y centrarse plenamente en su firma, a la que había bautizado con el nombre Ansa per Ansa en honor a su abuela Margarita, quien solía cantarle esta canción menorquina.

Ahora, Ansa per Ansa es una firma consolidada, y gracias a doña Letizia ha traspasado el Mediterráneo llegando hasta la Península para que todos conozcamos el trabajo artesanal realizado por este equipo formado íntegramente por mujeres.

La fundación Hesperia

Corría noviembre de 2009 cuando, a su muerte, el menorquín Juan Ignacio Balada Llabrés decidió dejar todo su patrimonio a la familia real. El 50% de su patrimonio lo legó a los entonces Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los eméritos; y el otro 50% para que estos crearan una fundación. Después de muchos debates internos, los ahora Reyes aceptaron su parte de la herencia, sin embargo, la donaron por completo a la fundación, que bautizaron como Hesperia y que fue constituida el día 23 de abril de 2010.

Queda por saber qué sucederá con el 25% de la herencia que recayó en manos de los nietos reales, y cuyo destino se decidirá cuando todos sean mayores de edad. Teniendo en cuenta las pautas de sus padres, es presumible que Leonor y Sofía hagan lo mismo con su parte; es decir, donarla a la fundación Hesperia para evitar cualquier tipo de problema, aunque se desconoce por el momento qué decisión tomarán Froilán y Victoria Federica Marichalar y Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. Será en abril de 2025, cuando la infanta Sofía, la benjamina del clan, cumpla 18 años, cuando se resuelva la incógnita.