La gran mudanza por sorpresa de Carlos y Camila: se trasladan a Buckingham

Las mudanzas parecen estar a la orden del día en las noticias sobre la familia real británica. Mientras el príncipe Andrés se niega con obstinación a hacer las maletas para abandonar Royal Lodge, Harry y Meghan desalojaban finalmente el que había sido su nidito de amor en el Reino Unido, Frogmore Cottage. Ahora, son el rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, los que han confirmado de forma oficial e inesperada que dejarán el que ha sido su hogar durante veinte años, Clarence House, y se trasladarán al palacio de Buckingham. Pero no lo harán de forma inmediata. Con motivo de la publicación del informe anual sobre la subvención de la Corona, los responsables del palacio también han dado a conocer los planes de futuro del monarca, explicando que sus majestades no se mudarán al icónico edificio londinense hasta 2027.

El traslado tendrá lugar cuando finalicen las obras de sus apartamentos privados, dentro de cuatro años. Los apartamentos están situados en el ala norte del palacio, que no estará terminada hasta que finalice el gigantesco proceso de renovación, que durará diez años.

"La infraestructura del edificio necesita urgentemente una revisión completa para evitar daños a largo plazo en el edificio y su contenido", afirma la familia real en su página web. "La forma más rentable de sustituir estos servicios esenciales y garantizar que el palacio sea adecuado para los próximos cincuenta años es emprender un programa de obras por fases a lo largo de diez años".

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El proyecto, con un valor estimado en 369 millones de libras, se inició cuando aún vivía la reina Isabel II y ahora es su hijo Carlos quien lo supervisa. El monarca, todo un adalid de la ecología y de la sostenibilidad, está poniendo todo su empeño en que las renovaciones sean adecuadas para el futuro del palacio, e incluso ha bajado la calefacción de su casa en un intento de reducir costes y emisiones.

Cuando el rey se traslade a este gigantesco palacio de 775 habitaciones, probablemente vivirá un momento agridulce, ya que su actual hogar le trae muchos recuerdos, porque el edificio fue el hogar de su abuela, la Reina Madre, durante cinco décadas, hasta que falleció en 2002.

No está claro si Carlos mantendrá Clarence House como segunda residencia o si permitirá que otros miembros de la familia residan en ella. Además de elegir entre las propiedades londinenses, el monarca dispone de varias casas por todo el país, como su refugio campestre de Highgrove House, donde le gusta pasar los fines de semana.

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Cuando Carlos se mudó por primera vez a Highgrove se decía que tenía poco más que un huerto descuidado allí, además de algunos robles huecos y unos prados con pasto para el ganado, pero bajo su atenta mirada se ha transformado ampliamente y ahora da la bienvenida a alrededor de 37.000 visitantes al año.

Las noticias sobre la mudanza de los royals al palacio de Buckingham coinciden también con la publicación de un informe que asegura que no se ha cumplido su objetivo de contratar el suficiente personal perteneciente a minorías étnicas. En 2022, el 9,7% del personal de la residencia real pertenecía a minorías, justo por debajo del objetivo del 10% fijado el año anterior. Buckingham se ha marcado ahora un nuevo objetivo del 14% sobre todos los empleados para 2025.

Según los datos del censo de 2021, el 18% de la población británica pertenece a minorías étnicas, frente al 14% de esta cifra diez años atrás. Los Windsor empezaron a revelar el desglose étnico de su personal el año pasado, después de que el duque y la duquesa de Sussex les acusaran de racismo en una polémica entrevista con Oprah Winfrey.