El lujoso viaje de Alberto y Charlène de Mónaco al Polo Sur junto a sus hijos

Mientras los habitantes del pequeño principado de Mónaco contemplaban en televisión el insólito mensaje de fin de año del príncipe Alberto a dúo con la princesa Charlène, la real pareja y sus dos hijos, los principitos Jacques y Gabriella, se embarcaban en una aventura al alcance de muy pocos: un lujoso viaje recorriendo el Polo Sur en un crucero.

Ya anunciaba el royal este gran proyecto en conversación con el 'Monaco Matin' cuando hablaba recientemente sobre sus gemelos diciendo "iremos a la Antártida a finales de año, en un viaje organizado por el Museo Oceanográfico y Robert Calcagno, que, creo, será una aventura maravillosa para todos nosotros, pero para ellos en particular". Después añadía que "no sé si muchos niños de su edad han visitado tantos países, pero forma parte de su educación".

Tras ver unas imágenes de la familia real a su llegada a la localidad argentina de Ushuaia, dispuesta a embarcar en el lujoso barco rompehielos Le Commandant Charcot mientras un miembro de su equipo de seguridad trataba de impedir la grabación, los Grimaldi completaban el crucero de diez días por la Antártida, regresando el pasado domingo de nuevo al archipiélago de Tierra del Fuego, en el extremo austral de Sudamérica.

Este flamante barco estrenado en 2021 combina lujo y funcionalidad, y ha sido el vehículo perfecto para la expedición del príncipe y los suyos. Diseñado específicamente para enfrentarse a las condiciones extremas del Ártico y el Antártico, el rompehielos ha permitido una experiencia única y segura en uno de los lugares más remotos del planeta.

Según podemos comprobar en la web de la compañía Ponant, que opera estos cruceros, los precios más básicos para un crucero antártico de diez días arrancan en torno a 11.000 euros por persona, pero pueden aumentar considerablemente según las comodidades que se deseen.

"Los paisajes montañosos se abren para dar paso a enormes glaciares, icebergs que flotan a la deriva en medio del océano Antártico y el hielo marino brilla en la distancia. A bordo, los naturalistas le revelan los secretos de este ecosistema único. A medida que se acerca a las costas, aparecen los primeros pingüinos. Papúa, Adelia, barbijo, estas sorprendentes aves emblemáticas de la Antártida comparten sus playas con focas leopardo, cangrejeras y de Weddell. Durante una excursión por tierra o por mar, en lancha zodiac o en kayak, se moverá por un impresionante decorado bañado por la luz polar", es la promesa de la compañía naviera a los afortunados viajeros que se embarquen en este crucero.

La compañía francesa Ponant, fundada en 1988, ha bautizado a su barco en honor al explorador Jean-Baptiste Charcot, conocido como 'el Caballero de los Polos'. Se trata del primer crucero rompehielos del mundo impulsado por GNL y su propósito es ofrecer expediciones de lujo que proponen un turismo responsable y sostenible para proteger y preservar las regiones polares y los océanos.

Esta visita del príncipe Alberto a la Antártida, dejando atrás por unos días unos tiempos ciertamente convulsos en Mónaco, se suma a la lista de notables expediciones y contribuciones de la familia Grimaldi en el ámbito de la investigación científica y la preservación medioambiental.

Este espíritu viajero y aventurero es cosa de familia para el hijo de Rainiero y Grace Kelly. Su antepasado, el príncipe Alberto I de Mónaco, fue un reconocido explorador polar que a principios de siglo realizó varias expediciones al Polo Norte.