Así ha hecho llorar Sophie de Edimburgo al príncipe Eduardo en público
La pareja asistió a las pruebas de rugby y a la ceremonia de entrega de premios de la Community Sport and Recreation Alliance en Leeds, donde Sophie pronunció un emotivo discurso
Ante las ausencias de Carlos III y Kate Middleton de la escena, el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie, están encargándose de sacar adelante una ajetreada agenda laboral que les llevó este pasado viernes a visitar el estadio Headingley, en Leeds.
La duquesa de Edimburgo aprovechó el momento para rendir homenaje a su esposo, que este próximo domingo 10 de marzo cumplirá 60 años. Lo hizo a través de un discurso ante el cual, el hijo pequeño de Isabel II no pudo reprimir las lágrimas de emoción.
En Leeds, la pareja asistió a las pruebas de rugby y a la ceremonia de entrega de premios de la Community Sport and Recreation Alliance, de la cual el duque de Edimburgo es presidente desde el año 2009, en el estadio Headingley.
En la ceremonia de entrega de los premios se reconoce a quienes cambian vidas a través del deporte. Fue en ese momento cuando Sophie tomó la palabra y pronunció un larguísimo discurso sobre la importancia del deporte y el empoderamiento de la mujer a través del mismo. La cuñada del rey Carlos III aprovechó entonces para “compartir un pequeño homenaje a mi amado esposo”, quien, además de cumplir 60 años este domingo 10 de marzo, también celebrará en junio de este año su 25º aniversario de bodas.
La duquesa de Edimburgo comenzó explicando que tras 25 años de matrimonio sabe que a su marido no le gustan los halagos en público. "Sin mirarlo, supongo que ahora está sentado con los ojos ligeramente entrecerrados, tal vez con los brazos cruzados o un brazo extendido sobre la mesa". Una postura que recuerda a la de “su padre cuando se hacían discursos” que hablaban de él.
Añadió que “hay que entender que a mi suegro nunca le gustó que lo elogiaran, creyendo que lo importante eran las organizaciones a las que apoyaba, no él". Respecto a su marido, que heredó el título de su padre y su modestia, la duquesa de Edimburgo quiso “ofrecer una visión más profunda del hombre del que estoy tan orgullosa”.
Sophie puso en valor la participación de Eduardo en el Premio Duque de Edimburgo, el programa de premios internacionales que opera como una organización juvenil y que fue fundado por el esposo de Isabel II, destacando ”la cantidad de horas que dedica a esta organización benéfica juvenil tan inspiradora”.
Entre otras cosas, declaró que “él ha sido mi guía y me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos, y sus conocimientos e instintos, perfeccionados durante décadas de servicio, son incalculables”.
Finalmente, la duquesa destacó “el buen equipo” que forman y cómo en casa se ayudan mutuamente a escribir sus discursos y hablan sobre su día a día. “Haga lo que haga, da el 150% de sí mismo, y si todo lo demás falla, da la energía que le queda a nuestros perros exhaustos o a la desolación del jardín. Al igual que mi suegro, mi marido nunca busca cumplidos. Por eso, cuando recibe el reconocimiento, siempre es una sorpresa total para él. Por eso agradezco esta oportunidad de, por una vez, poder celebrarlo y felicitarlo públicamente. Se sintió muy feliz y conmovido cuando Su Majestad la Reina Isabel lo nombró Caballero de la Jarretera en 2006 y estuvo igualmente encantado y conmovido el día en que Su Majestad el Rey, a quien ambos estamos increíblemente orgullosos de apoyar, lo nombró Duque de Edimburgo. Se merece ambas cosas por igual y estoy muy orgullosa del hombre que es. Es el mejor padre, el marido más cariñoso y sigue siendo mi mejor amigo. Este es mi querido Eduardo y puedo, junto con toda tu familia y tantos amigos y muchos más, ¡desearte el más feliz de los cumpleaños!”.
Las palabras de Sophie conmovieron de tal forma al príncipe que este no pudo evitar las lágrimas, que secó en varias ocasiones, visiblemente abrumado.
Tras finalizar su discurso, Eduardo se fundió en un fuerte abrazo con su esposa.
Ante las ausencias de Carlos III y Kate Middleton de la escena, el príncipe Eduardo y su esposa, Sophie, están encargándose de sacar adelante una ajetreada agenda laboral que les llevó este pasado viernes a visitar el estadio Headingley, en Leeds.