El inusual peinado de Máxima de Holanda: recogido dosmilero y con conexión royal
La reina de los Países Bajos ha protagonizado un acto en La Haya consiguiendo que su estética capilar no pase desapercibida por lo inusual de la elección
En cuestiones de estética, es raro que la reina de los Países Bajos no acapare todos los titulares. Si no es por sus joyas XXL, es por sus atrevidos y originales complementos. Pero esta vez, algo raro, lo ha hecho con su inusual peinado: Máxima de Holanda ha sorprendido a todos con un recogido dosmilero y que tiene una curiosa conexión royal. Una extraña elección, pero para la que tenía sus motivos.
Seguro que se acuerdan de que hace unos días, la argentina tenía algún que otro problema con el viento holandes, a veces muy guerrero. Ella, dada a lucir pamelas grandes, tuvo que sujetar su sombrero con las manos para evitar que saliera volando. En otras ocasiones, ha sido su propio cabello el que, debido al fuerte aire, se le ha ido hacia el rostro cuando se encontraba en el exterior.
Pues bien, este martes, con su último acto en La Haya y con su peinado, ha evitado cualquier problema de ese tipo que pudiera surgirle. No es habitual que, para citas diurnas y que no son de gala, Máxima de Holanda se recoja el pelo, pero esta vez sí que lo ha hecho y de una forma que no es nada habitual.
Hablamos de un peiando de estética Y2K (Year 2000), es decir, inspirado en la primera década de los 2000. Se trata de un 'pouf' en el que se deja la melena suelta y la parte forntale del la melena se peina hacia atrás, despejando el rostro y creando un pequeño tupé.
Es un peinado muy casual y cómodo, ideal para la visita al centro social Padre Adam, uno de los ganadores de las 'Manzanas de Orange', premios que concede la Casa Real en 2023. Un acto en el que se ha mostrado de lo más espontánea -algo que, por el contrario, no es ninguna sorpresa-, atreviéndose incluso a ponerse manos a la obra con la reparación de una bicicleta.
Con este recogido, Máxima dejaba su cara completamente despejada de forma sencilla, ya que no necesita ningún tipo de producto para fijar el cabello, solo un par de horquillas. Sí le quedaban sueltos algunos mechoncitos cortos en las sienes, los llamados 'baby hairs', que se forman con pelo nuevo, más rebelde y que tiende a ondularse o encresparse, como ha sido el caso de la argentina.
Hablábamos además de que es un peinado con conexión real, ya que originalmente se relaciona con María Antonieta, la reina francesa conocida por sus extravagantes gustos. Su traducción literal es 'cojín grueso' y ella lo hizo enormemente popular cuando lo lució en la coronación de su marido, Luis XVI, haciendo que rápidamente quisieran copiarlo las jóvenes de la nobleza.
Claro que, a diferencia de Máxima, que con dos hoquillas tiene suficiente para recogerlo, en la época se necesitaban horas y horas, además de estructuras de alambre y otros materiales, con los que conseguían sujetar el cabello o los adornos que su portadora quería ponerse.
Este inusual peinado de Máxima de Holanda coronaba un look working que estrenaba en Washington en 2018, compuesto por pantalón culotte y trench, ambos con estampado Príncipe de Gales, y combinados con tacones y cartera en tonos neutrales.
En cuestiones de estética, es raro que la reina de los Países Bajos no acapare todos los titulares. Si no es por sus joyas XXL, es por sus atrevidos y originales complementos. Pero esta vez, algo raro, lo ha hecho con su inusual peinado: Máxima de Holanda ha sorprendido a todos con un recogido dosmilero y que tiene una curiosa conexión royal. Una extraña elección, pero para la que tenía sus motivos.
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