Del discreto abrigo de Camila al vibrante amarillo de Sophie de Edimburgo: los looks de las Windsor en el 'Trooping the Colour'

El Trooping the Colour es uno de los eventos más esperados del calendario real británico. No solo porque se hace en honor al cumpleaños del rey Carlos III, sino porque también es el escaparate que escogen las royal para exhibir la elegancia y el estilo de la realeza. Este año, todos los ojos estaban puestos en la reaparición de Kate Middleton y el vestido que ha lucido, pero la reina consorte, Camila, también ha brillado con un atuendo en el que ha combinado a la perfección tradición y modernidad.

Vestida con un elegante conjunto en tonos pastel, Camila ha acudido a su segundo desfile como monarca con un look sobrio. Para la ocasión, ha elegido un abrigo en color celeste, destacado por su elegancia clásica y su ajuste perfecto a la formalidad del evento, como pieza principal de su atuendo.

Uno de los puntos fuertes ha sido el broche de plata con detalles en azul. Sin embargo, el tocado es la prenda que captó la atención de todos: una pamela en color beige con llamativos detalles florales en la parte delantera, que añadieron un toque distintivo y primaveral a su conjunto.

Entre sus accesorios: unos guantes del mismo tono que el sombrero. Con ellos ha conseguido no solo elevar el look, sino añadir un aire señorial al conjunto. Pero fue el bolso lo que realmente hizo destacar su estilo personal: un modelo de mano en varios colores con tejido satinado, decorado con dibujos de flores y animales.

En cuanto a las joyas, la reina ha optado por perlas. Las lucía tanto en los pendientes como en un collar de tres vueltas que destacaba elegantemente sobre el cuello del abrigo. Además, una discreta pulsera con un trébol en azul, similar al tono del broche, completó su elección de accesorios.

En la foto familiar tradicional del balcón, este año ha destacado una de las royal. Y, sin lugar a dudas, esa ha sido Sophie de Wessex, que era la más visible incluso durante el desfile en carroza.

Frente al blanco o el celeste de Middleton y Camila, la duquesa de Edimburgo ha apostado por el color con un vibrante amarillo. Lo ha hecho con un vestido en el que han destacado sus mangas abullonadas con un volante que terminaba a la altura de la muñeca y un tocado con rejilla a juego. Una elección que este año parece un poco fuera de lo común.

Su hija mayor, Lady Louise, también ha acudido al desfile. Para la ocasión, la heredera de los duques de Edimburgo ha optado por un vestido largo de seda con un estampado de flores en un tono azul zafiro. Este diseño, conocido como Kumiko, está firmado por Suzannah London y es un homenaje al glamour de los años 70. El patrón está caracterizado por sus mangas obispo y una cintura ajustada que realza su figura con elegancia y gracia.

Un traje que resulta familiar, pues fue el mismo que vistió en la coronación de Carlos III. Su decisión de volver a usar esta pieza demuestra su sentido de la moda consciente y su capacidad para reutilizar y reinventar su guardarropa.

En cuanto a sus accesorios, Louise complementó su atuendo con un estilo sutil y refinado. Optó por joyería discreta que no competía con el vibrante estampado de su vestido ni con su elaborado tocado. Este último fue el protagonista del look: varias cintas recreando flores y rejilla en forma de pamela. Así ha añadido un toque de frescura y juventud a su apariencia, mostrando su confianza y gusto personal en cada detalle