La improvisada barricada de Haakon y Mette-Marit con una carretilla para evitar las preguntas de la prensa sobre Marius Borg

No son buenos tiempos para la casa real noruega. A la boda de Marta Luisa con el polémico chamán Durek Verrett, con exclusiva de por medio, tenemos que sumarle el escándalo de Marius Borg. Aunque el hijo mayor de Mette-Marit no forma parte de la familia real, todas sus acciones repercuten en la Corona. De ahí que este miércoles, durante un acto oficial protagonizado por Haakon y su esposa, el equipo de comunicación de la casa real haya tenido que tomar medidas drásticas para evitar que la pareja fuera preguntada por el tema.

El heredero y Mette-Marit han visitado el huerto Fåbro Hage, en Lilleaker, con la intención de promover la agricultura urbana. La prensa había sido invitada a cubrir este acto, pero nada más llegar se les dejó claro que no habría declaraciones por parte del matrimonio. En Noruega, es habitual que los periodistas puedan acercarse a los royals y conversar con ellos, pero en este caso, se ha utilizado incluso una improvisada barricada, hecha con una carretilla, para mantener lejos a los medios de comunicación.

Tal como relata el periódico noruego 'Nettavisen', "la prensa fue invitada a la visita oficial, pero rápidamente fue colocada por un camino claramente señalizado como 'lugar de trabajo' para los periodistas. Cuando la pareja entró en el huerto, se colocó una carretilla a modo de barricada. Al final, la prensa abandonó el camino y superó la barricada por iniciativa propia", pudiendo preguntar a Haakon y Mette-Marit, aunque estos guardaron silencio absoluto.

La tónica de la princesa respecto al escándalo de su hijo ha sido la de mantener silencio. En su visita al condado de Trøndelag hace un par de semanas dejó claro que "por respeto a todos los involucrados en el caso, les pido comprensión, no deseo comentar sobre el caso en este momento".

Aparte del caso de violencia contra una chica que tiene pendiente, la orden de alejamiento impuesta sobre ella que se saltó, y las denuncias de dos de sus exnovias, Marius ha sido protagonista esta semana de otras noticias. Y es que se ha conocido que el joven organizaba fiestas en las que había droga en Skaugum, la residencia oficial de Haakon y Mette-Marit. De hecho, hay vídeos en los que se ve a amigos de Marius en la casa, desordenada y con cosas en el suelo tras una celebración.

Asimismo, se ha revelado que en el interior de la propiedad, estrictamente custodiada por el equipo de seguridad de la casa real, se han robado durante esas fiestas organizadas por Marius objetos que tienen un gran valor para la Corona y para la familia del príncipe heredero.