Del Valentino de Marie-Chantal al Chanel de Nina Flohr: recordamos los vestidos de novia de las princesas de Grecia antes de la boda real de Teodora

La gran boda real griega de Teodora de Grecia está a la vuelta de la esquina. El próximo sábado, a las 17:30 horas de la tarde, la princesa le dará el 'sí, quiero' a Matthew Kumar en la catedral Metropolitana de Atenas. Una cita que reunirá a parte de la realeza europea y que estamos deseando presenciar, pues las anteriores bodas reales de los royals griegos nos han dejado con imágenes para el recuerdo.

Y recordando nos han venido a la cabeza los vestidos de novia elegidos por Marie-Chantal Miller, Alexia de Grecia, Tatiana Blatnik y Nina Flohr para su gran día. Te contamos todos los detalles.

Fue una de las grandes bodas de la realeza en la década de los 90. Hablamos del enlace del príncipe Pablo de Grecia con Marie-Chantal Miller, unas nupcias celebradas en Londres, en 1995, a las que acudió la mismísima Isabel II. Marie-Chantal pronto se convirtió en una de las novias más elegantes de la realeza con un traje firmado por Valentino que era una auténtica obra de arte.

Se trata de un vestido en el que trabajaron durante más de cuatro meses y que en su momento se valoró en un millón de dólares. Cifras a un lado, lo que es evidente es que el vestido es digno de admiración. Presenta cuerpo de encaje con detalles en rejilla y miniflores incrustadas, falda en forma de tulipán cosida en seda color marfil con bordados hechos a mano de perlas y encajes, una larga cola y un velo también de encaje de casi cinco metros.

La princesa coronó su look con la tiara Antique Corsage, una joya que empezó siendo un broche de la reina Victoria de Suecia (nacida de Baden) y que acabó en manos de Ingrid de Dinamarca, quien la convirtió en tiara y se la regaló a su hija pequeña, Ana María, con motivo de su 18 cumpleaños. Ella la introdujo en el joyero de los Grecia al casarse con Constantino.

Unos años después, concretamente en julio de 1999, y también en Londres, la princesa Alexia pasaba por el altar para darle el 'sí, quiero' al español Carlos Morales. La hija mayor de Constantino y Ana María de Grecia se decantó por un vestido clásico y sencillo con escote en pico, hombros marcados, drapeados en la zona del cuerpo y silueta recta, diseñado por la modista personal de su madre, Inge Sprawson,

Alexia continuó con la tradición familiar al casarse portando la tiara Jedive, una joya realizada por Cartier con oro blanco y platino. Fue un regalo a Margaretha de Connaught, madre de la reina Ingrid, por parte del jedive de Egipto con motivo de su boda con el príncipe heredero de Suecia. A su prematura muerte, la joya pasó a manos de su única hija, Ingrid, que por aquel entonces tenía 10 años. Esta la introdujo al joyero danés al casarse con Federico IX.

Fue su hija pequeña, Ana María, la primera que la lució como tiara nupcial en su boda con Constantino de Grecia, y ahí empezó la tradición. "Cuando mi hermana pequeña se casó, mi madre pensó que esa tiara sería la ideal porque es bonita y ligera. Y como ella la había lucido, a Margarita y a mí se nos permitió también llevarla en nuestras bodas", explicó la princesa Benedicta en un documental. Desde entonces, todas las descendientes de Ingrid la han lucido, al igual que un antiguo velo de encaje, también propiedad de Margaretha de Connaught. Se espera que Teodora luzca esta tiara junto al velo el próximo sábado.

El 25 de agosto de 2010 en la pequeña isla griega de Spetses llegó el gran día para Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik. La novia tiró de la moda de su país y eligió al diseñador venezolano Ángel Sánchez para vestirla en su gran día. El resultado fue un diseño de escote palabra de honor con el cuerpo drapeado y una impresionante falda de diseño evasé confeccionada con 40 metros de chantilly francés, todo ello decorado con delicados bordados y una vistosa cola.

Para completar su look nupcial, la novia escogió la misma tiara que llevó Marie-Chantal en su boda, la conocida con el nombre de Antique Corsage. Justamente este año, en marzo, conocíamos que Nicolás y Tatiana han puesto fin a su matrimonio, y ya están divorciados. A pesar de ello, y como dejó claro la casa real griega a Vanitatis, ella sigue siendo princesa de Grecia y, de hecho, acude a numerosos eventos familiares.

Tras la pandemia, en octubre de 2021, el príncipe Philippos, benjamín de la familia, celebró su boda con la rica heredera Nina Flohr en la catedral Metropolitana de Atenas. Para su gran día, Nina, quien es una fanática de la Alta Costura, confió en Chanel, que diseño para ella un vestido de corte princesa, con escote barco en forma de 'V', costuras drapeadas en la cintura, una cola kilométrica.

Un vestido repleto de detalles especiales. Empezando por los más notorios, el nudo frontal que simulaba una flor y las incrustaciones de pedrería en la zona del pecho, hasta otros, no menos importantes, como su descomunal falda decorada con bordados florales en hilo plateado o el velo de tul, incluso más largo aún que la cola. Para la confección del traje se empleó un tejido de satinado con un discreto estampado marmoleado que ayudó a potenciar ese efecto voluminoso.

Al igual que el resto de las mujeres que entraron a la familia, como Marie-Chantal y Tatiana, Nina lucía la tiara Antique Corsage.

¿Cuál de todos estos diseños es tu favorito?