Cena de gala en Suecia: tiaras, amatistas y vestidos de flores para la reina Silvia y la princesa Victoria

Como cada año por estas fechas, la familia real sueca se viste de largo para ofrecer una cena en honor a varios miembros del Parlamento, Gobierno y Cuerpo Diplomático sueco, además, por supuesto, de representantes del país. El Palacio Real de Estocolmo se ha engalanado para la ocasión en esta velada presidida por Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, a la que no han faltado Victoria y Daniel, así como Carlos Felipe.

El príncipe no ha estado acompañado por su esposa, la princesa Sofía, quien dio a luz recientemente a su hija, Ines, por lo que se encuentra de baja maternal. Tampoco han hecho acto de presencia la princesa Magdalena y su esposo, Chris O'Neill. Según ha confirmado la corte sueca, la benjamina de los reyes tenía otros planes organizados para este miércoles por la noche que le han impedido asistir.

Así pues, han sido Silvia y Victoria las encargadas de dejar el pabellón de las Bernadotte bien alto junto a la princesa Cristina, hermana de Carlos XVI Gustavo. Empezaremos nuestro análisis de vestuario por la heredera, quien ha rescatado de su armario un bucólico vestido. Se trata del mismo con el que posó con su marido, Daniel, para celebrar su décimo aniversario de boda, y que lució después durante la cena de gala con motivo de la visita de Estado de don Felipe y doña Letizia a Suecia, en noviembre de 2021.

Creado por Frida Jonsvens, se trata de un diseño de corte princesa, de manga larga, con escote en pico, ajustado a la cintura y de ahí una voluminosa falda con cola. La clave del diseño está en el tejido: un tul en color rosa empolvado sobre el que se encuentran bordados de manera artesanal cientos de ramilletes de flores de colores.

Victoria ha coronado su cabeza con la tiara de laurel, llamada así precisamente porque representa hojas de laurel. Perteneció a Margarita de Connaught y estuvo muchos años bajo la propiedad de la princesa Lilian, casada con el príncipe Bertil, quien falleció en 2013 y que fue como una abuela para Victoria, Carlos Felipe y Magdalena. Desde su muerte, es la heredera quien luce siempre la pieza, habiéndose convertido en su tiara favorita. Un collar con un pequeño diamante y la banda de la Orden de los Serafines redondeaban su estilismo.

En cuanto a la reina Silvia, también ha optado por las flores con un vestido de la firma Alexis. Está adornado con brillantes lentejuelas representando un pequeño estampado floral. Presenta, además, manga larga con transparencias, bajo con volantes y detalles de terciopelo, como el cinturón incorporado. El modelo original llevaba la espalda abierta; sin embargo, la esposa de Carlos XVI Gustavo lo customizó, adecuándolo a su posición.

La reina se ha decantado por la tiara de las amatistas, una joya que fue propiedad de Josephine de Leuchtenberg y que llegó a la corte sueca tras su matrimonio con Oscar I. Llevaba, además, los pendientes, el collar y el broche, que sujetaba la banda de la orden de los Serafines, la más importante de Suecia.