El secreto que guarda el tocado que Máxima de Holanda ha lucido en Kenia, uno de los más especiales de su colección

La reina de Países Bajos tiene un enorme catálogo de pamelas y sombreros y los luce con asiduidad, ya que en muchas de sus compromisos oficiales la etiqueta así lo indica. Y su visita de Estado a Kenia no ha sido una excepción. Allí Máxima de Holanda ha lucido tres modelos, incluyendo el tocado verde con el que ha coronado su último look. Un diseño que guarda un curioso secreto que lo hace uno de los más especiales de su colección.

Para esta última jornada en el país africano, la argentina ha tirado de nuevo de fondo de armario, como hacía en la cena de gala del martes y en las actividades diurnas del miércoles. Y ha tirado también de Natan, eligiendo un vestido azul con estampado de flores que ha combinado con stilettos, guantes, cartera y pendientes en tono verde, además de, por supuesto, el tocado.

No se ha complicado mucho, ya que ha calcado el estilismo que vimos durante su visita a Nueva York el año pasado, cuando estrenó el diseño. Exactamente el mismo que lucía unos meses después, sin complicaciones, solo cambiando los pendientes, que son los mismos que ha elegido para este tercer día en Nairobi.

Pero no por repetido, el look carece de detalles interesantes. En concreto, hay uno especialmente curioso que es el tocado, confeccionado en rafia, con dos alas superpuestas y que no cubre del todo la cabeza. Aunque esta vez, Máxima ha preferido lucirlo con el pelo suelto, en lugar del recogido que vimos en las dos ocasiones anteriores.

Y, como decíamos, es uno de los más especiales de su colección. ¿El motivo? Las manos que lo crearon. No estamos hablando de las de ningún experto en tocados, como pueden haber confeccionado otros que también tienen hueco en el armario de la reina de Países Bajos, como pueden ser Fabienne Delvigne o Philip Treacy. De hecho, no se puede adquirir en ninguna firma conocida.

El motivo es que fue creado por Jolanda ten Brinke, que es algo así como una doncella o asistente personal de la reina Máxima. Una figura que la conoce bien y que es una de las más importantes para que su día a día vaya rodado, pero que, en principio, no tiene nada que ver con la moda, al menos de forma profesional. Cierto es que su trabajo en palacio sí le ha llevado después a actividades relacionadas con los estilismos de su jefa.

La cuestión es que Jolanda realizó hace unos años un curso con la sombrerera Berry Rutjes, creadora holandesa que lleva más de 25 años en el sector y no ha dudado en practicar con la reina, quien a su vez ha confiado a ciegas en ella para aumentar su extensa colección de tocados. Queda claro que su trabajo le gusta, ya que ha lucido a menudo este de color verde, otro con el mismo diseño en color camel y otros modelos, como uno de los más originales, con plumas naturales.

No es algo novedoso dentro de las casas reales europeas. Hay royals que lucen prendas creadas en el propio palacio -la reina Letizia, sin irnos muy lejos, tiene algunos ejemplos- y son frecuentes también los modelos que se modifican a gusto de su propietaria, aunque suele ser una estilista la responsable de los cambios o elecciones.

No es el caso de Máxima, ya que ella decide qué se va a poner, sin ningún asesor de moda. Eso sí, es Jolanda ten Brinke, quien, una vez decidida la ropa y complementos, incluyendo sus propios tocados, prepara todo cuidadosamente para las, en este caso, largas horas de vuelo sin que ni prendas ni accesorios sufran ningún daño o desperfecto.