La reina Máxima de Holanda sorprende en un acto oficial con zapatillas de Leroy Merlin

Máxima de Holanda te puede defender el look más sofisticado, con falda, pamela, taconazos y joyas históricas, igual de bien que luce un estilismo deportivo sin apenas nada destacable. Así lo demostró este miércoles por la tarde, cuando cumplió con un acto oficial en el que tuvo que deshacerse de sus botas con plataforma y cambiarlas por unas zapatillas de Leroy Merlin. Sí, como lo lees.

Tras un almuerzo en el Palacio de Huis ten Bosch, para el que eligió un vestido con falda de cuadros y cuerpo liso, la reina de los Países Bajos cambió completamente de registro para visitar la fábrica de viviendas Barli, donde se producen casas de madera sostenibles. Además de un recorrido por la fábrica, también habló con socios de la cadena sobre el desarrollo de la construcción de base biológica en Holanda.

La reina llegó al acto luciendo blusa azul oscuro con cuello cruzado y pantalones oscuros. Un conjunto de Natan que combinó con un vistoso abrigo a cuadros amarillos y azules de la misma firma. Máxima se calzó unas botas azul marino de Gianvito Rossi; sin embargo, para el recorrido por la fábrica se le pidió que, por su seguridad, las sustituyera por unas zapatillas de protección.

En concreto, la argentina eligió un modelo de venta en Leroy Merlin, multinacional francesa especializada en bricolaje, construcción, decoración y jardinería. Son un modelo de la firma suiza Blaklader, que vende ropa de trabajo. Según describen en la web "sus detalles reflectantes laterales hacen que usted y su calzado puedan ser visibles siempre que sea necesario". Su precio es de 104 euros.

La reina también se puso un chaleco amarillo reflectante, para, de igual manera, protegerse y ser vista. A pesar de las condiciones de la visita, Máxima no renunció a sus joyas ni tampoco a lucir una pequeña cartera de mano azul marino, a juego con su estilismo.

Como hemos avanzado, horas antes la esposa de Guillermo Alejandro acudió a un almuerzo ofrecido en honor al Círculo de Comisarios. Los reyes abrieron el Palacio de Huis ten Bosch, su residencia habitual, para este acto con el órgano consultivo de las doce provincias que forman parte de los Países Bajos para el intercambio de conocimientos y experiencias.

Máxima apostó por un falso diseño de dos piezas, pues se trata en realidad de un vestido que consta de un corpiño de lana burdeos y una falda de seda a cuadros. Sobre el vestido, destacaba en el top un broche. Se trata de una joya con forma de flor y compuesta por rubíes, diamantes y ópalo. Data de finales del siglo XIX, cuando la reina Emma encargó al joyero Schürmann & Co de Frankfurt y elaborada con mineral lechoso, el cual era muy popular en aquella época, originario de Australia.